Diario Extra

¡Violencia no sabe de géneros!

- Pamela Vera Concha

La viuda de Darwin Porro Montoya lloraba inconsolab­lemente ante las cámaras de televisión, tras saber que lo habían asesinado. “Él no tenía enemigos”, decía un hermano de Sindy Tatiana Rivas Uriña, tratando de calmarla por lo acontecido al padre de sus tres hijos. A pocos pasos, otro familiar advertía afuera del Centro Forense de Guayaquil que los asesinos lo pagarían algún día, “tarde o temprano” caerían.

Cuatro meses después del crimen, dos de los presuntos autores intelectua­les de la muerte de aquel hombre fueron detenidos. Para sorpresa de la familia, las investigac­iones policiales apuntaron a la esposa de la víctima y a su nueva pareja sentimenta­l.

El 23 de diciembre de 2018, Sindy y Félix Orlando Asencio Vargas terminaron en prisión tras ser procesados por el delito de asesinato.

Rivas se sumó a otras siete mujeres que fueron apresadas, entre 2017 y 2018 por su vin- culación directa o indirecta con muertes violentas, particular­mente la de sus parejas, según estadístic­as de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desaparici­ones, Extorsión y Secuestro (Dinased) de la Zona 8 (comprende Guayaquil, Durán y Samborondó­n).

Otras doce fueron apresadas por el delito de tentativa de asesinato; ocho de ellas en 2018, tres más que en 2017.

Casi a la par, unos veintidós casos son investigad­os por las diez fiscalías de Personas y Garantías del Guayas.

“En algunos de estos casos se habla de violencia. Que supuestame­nte están hostigadas, que el marido las ha golpeado, que no quieren saber de él. Entonces se organizan con el amante y llegan a materializ­ar el hecho”, explica el fiscal César Peña Morán, quien tramita unos quince casos que vincu-

lan a mujeres en crímenes.

Cuatro de los procesos están en instrucció­n fiscal y uno en espera de la sentencia.

Peña señala que dentro de las historias que han observado en todos los casos, la viuda siempre hace un drama en la Fiscalía, pues lo que busca es hacerse la víctima. Pide que se investigue, principalm­ente porque sus hijos están solos. “Pero

cuando la investigac­ión se hace más a fondo se puede determinar que esa viuda, esa esposa, es una de las principale­s autoras del delito de asesinato”.

¿Y cómo se determina eso? Las labores investigat­ivas incluyen escuchas e interrelac­ión de llamadas, los nexos de los mismos familiares. Pero dentro del proceso, añade el fiscal, las procesadas aceptan el hecho y quieren someterse a la cooperació­n eficaz para buscar una sanción mínima. Recuerdan que tienen hijos con la víctima.

“En dos de los últimos casos, los procesados quisieron colaborar con la Fiscalía para dar informació­n completa”, menciona el funcionari­o.

Fue lo que ocurrió en el proceso que se sigue en contra de Sindy Rivas. Una testigo de la paliza que recibió el presunto amante de la mujer, por parte de los autores materiales del asesinato de Darwin Porro, relató lo que Félix Orlando le confesó al haber sido, supuestame­nte, la persona que consiguió a los matones para hacerle ‘la vuelta’ (matar) al marido, el pasado 2 de agosto.

“Existen las deudas de por medio, los saldos no pagados que le llamamos nosotros. La viuda le quedó debiendo 600 dólares al sicario, entonces los asesinos se ponen en contacto con el amante, le dan una golpiza. Dentro de las investigac­iones se determina que no era una deuda común, sino por haber incumplido el pago del

asesinato”, detalló.

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