La abrazó y dejó de llorar
Con las manos temblorosas, María Gabriela España abrió la bolsa blanca. Estaba anudada, así que necesitó un par de minutos para que sus dedos lograran manipular la atadura.
Adentro, una bebé lloraba desconsolada. Aún llevaba la placenta, estaba ensangrentada y temblorosa, dijo.
En un completo estado de letargo, la muchacha, de 23 años, caminó hacia su vivienda a pocos pasos de donde encontró a la criatura, en la calle Virgen del Carmen y pasaje Enos. La aseó, la vistió y esperó a que su madre llegara para contarle lo sucedido.
Cuando Alexandra Villegas cruzó el umbral de su vivienda, situada en Llano Grande, en el norte de Quito, escuchó la historia de María Gabriela y juntas llamaron a la Policía.
“Se me partió el alma al ver a la bebé. Estaba llorando, la abracé y le dije que la amo –de pronto–
eso era lo que necesitaba porque se tranquilizó”, describió la mujer.
Ella es madre soltera de gemelos y no logra entender qué pudo pasar con la progenitora de la niñita para que la abandonara en esas condiciones. “Solo quiero decirle que ella la necesita, que no debió tomar esa decisión. Aún puede arrepentirse y regresar”, detalla la señora que envolvió a la nena en una manta color vino.
A su hogar llegó la Policía y les preguntó sobre las circunstancias en las que hallaron a la recién nacida. “La funda estaba en el piso... La bebé completamente desnuda. Yo la recogí porque temí que se la coman los perros. (...) Las vecinas vieron un carro negro estacionado por unos minutos, no era de por aquí”, agrega María Gabriela.
Luego de una primera valoración de unos paramédicos, los uniformados trasladaron a la niña al hospital de Calderón, en el norte de la ciudad.
Allí, los médicos evaluaron su estado de salud y le hicieron exámenes para confirmar que estuviera estable. Aparentemente, tenía “dos o tres días de nacida”, precisa Jonathan Cadena, policía de ese circuito. Al momento, la Dinapen (policía especializada en niños y adolescentes) investiga el hecho. Para esto se pedirán las cámaras de seguridad de la zona. “Se está haciendo un seguimiento de las placas del o los autos”, confirmó la agente Fernanda Fijó.
Durante todos los trámites que se deberán realizar en torno al hallazgo, Alexandra y María Gabriela se comprometieron en estar al pendiente.
Según Cadena, incluso, contemplan la posibilidad de hacerse cargo de la criatura, ya que se han encariñado con ella.