Museo del Monasterio, centro de sanación
Uno de los cuatro patios del museo del Monasterio de las Conceptas se convierte cada martes y viernes en el centro de sanación alternativa y ancestral, en la ciudad de Cuenca.
Junto a los huertos de plantas medicinales como la valeriana, manzanilla, toronjil y otras tantas están las mamas y chamanes, prestos para atender a los pacientes.
El servicio de sanación alternativa y ancestral en el interior del Museo de las Conceptas,ceptas, ubicado en las calles Hermano Miguel, entre Presidente Córdova y Juan Jaramillo, se implementó desde hace unos cuatro meses. Son formas de poner en práctica los saberes ancestrales de
nuestras comunidades a través del programa los martes y viernes de limpias.
Isabel Lituma, una de la sabias y conocedoras de limpias, asegura que los pacientes en mayor cantidad acuden para liberar las malas energías conocidas como el ‘espanto’, principalmente niños.
Un poco más allá se sitúan dos chamanes, Taita Jorge y Taita Pedro. Ellos son conocedores del uso de hierbas y plantas medicinales que sirven para paliar enfermedades menores. La farmacia natural que forma parte de la Pachamama es infinita. Una misma hierba y planta sirve para múltiples sanaciones, aseguran los taitas, quienes guardan el secreto curativo heredado de sus ancestros.
Citaron algunas de las ya conocidas plantas como el pirul, romero, santa María, ruda, albahaca, llantén, sábila, que sirven para el sistema nervioso, gastritis, gripe y otros males. La curación también depende de que el paciente se aleje de los venenos naturales, anota Taita Jorge, al citar entre ellos al miedo, pereza, ira, odio, envidia, que desarmonizan al ser interior y se traduce en males espirituales, que generan luego las molestias físicas, anota sin profundizar en más detalles.
Esta es una forma de dar a conocer cómo la medicina ancestral y alternativa tiene efectos importantes en la salud de las personas. Y se escogen estos días (martes y viernes), puesto que, en el sincretismo con la Pachamama, los yachack y los sabios aprovechan la posición de Marte para invocar a la fuerza del guerrero y los viernes al amor de Venus.
“La sanación viene entonces con la fuerza del guerrero y el amor de la diosa Venus, logrando estabilidad energética y espiritual en el paciente y en comunión con la Madre Tierra”, expresa Roberto Ochoa, Taita Rocky y presidente de la Organización Yachack Aiyapu-Pumapungo.
Rosa, María y Liliam son otras de las sabedoras en sanación que van rotando para el servicio de limpias y sanaciones de los martes y viernes. Su oficio es avalado por el Ministerio de Salud Pública.
Son hombres y mujeres que asimilaron los saberes de sus abuelos y concibieron a la sanación como una forma de saber, ayudar y compartir lo secretos y fórmulas de sus antepasados para un mejor vivir. El costo por limpia, diagnóstico y receta, es de 5 dólares por paciente.
MERCADOS
El servicio de sanación y limpias dentro del museo comparte la tradición y cultura ancestral con los cuatro mercados de Cuenca, donde se hallan unas 15 sanadoras.
Son los puestos a donde por costumbre o herencia llegan madres con sus hijos en brazos o de la mano para que sean curados del susto, mal aire, mal de ojo, mal humor y otros malestares de los infantes. Son igualmente los martes y viernes donde existen más pacientes.
Todo está basado en los cuatro elementos de la naturaleza; fuego, agua, aire y tierra, asegura María Villa, una sanadora dedicada a este oficio por más de cuarenta años.