¡Terremoto cambió su vida!
Aprendió allí a elaborar diferentes elementos con bambú, una planta que han usado en ese país para reconstruir zonas devastadas.
Si hay una planta sobre esta tierra que podría decirse es la ‘multiusos’ esa es la de bambú: solo hay que imaginarlo y se obtiene tela, materiales de construcción, alimentos y un sinnúmero de cosas más. Todo hay que decirlo, pues su uso en Ecuador aún es incipiente.
Y es que en una zona popular de Guayaquil, el Guasmo, un artesano, Giovanni Calderón, intenta con las uñas valorizar el uso del bambú en el país.
El hombre, de 35 años, es un experto en trabajos con este tipo de madera y considera que construir estructuras de ese material no solo favorecerá al medio ambiente sino que también fomentará el turismo en el sector porteño donde vive que es “visto negativamente”, asegura.
decidió tomar cursos de especialización y ha logrado elaborar algunos objetos.
En su casa, en la cooperativa Derecho de los Pobres, al sur de Guayaquil, tiene su pequeño taller desde hace dos años. Entre el ruido y el polvo típico de esta madera, ‘Gio’ pone a volar su imaginación diseñando cosas.
INMUNIZACIÓN, LA CLAVE
Para trabajar en casas de bambú hay que tomar en cuenta un factor: la durabilidad. Y aquello se consigue, según Calderón, al inmunizar o curar la madera. Es decir, un proceso por el cual se le otorga una característica resistente al bambú.
Primero, con una varilla, se debe perforar de extremo a extremo el interior de la caña de bambú. Luego se le vierte ácido bórico y sal marina, para después sumergirla en una piscina con agua de cuatro a cinco días. Posteriormente se pone a secar la caña por dos días.
“En los climas tropicales, la polilla afecta mucho al bambú. Entonces por ello es que debe hacerse la curación”, explica Giovanny. Con dicha técnica, las casas pueden durar hasta 80 años.
Las herramientas ‘pepas’ y básicas para el trabajo son dos: la ingletadora (así se llama), una máquina eléctrica con la que se cortan las cañas; y la caladora, con la que se da la forma. Eso sí, siempre debe usarse un equipo protector. Gafas para evitar que virutas se filtren en los ojos y también orejeras para evitar afectación por el ruido. Entonces sí, ¡manos a la obra!
Del bambú se puede extraer grandes partes. Un tronco puede llegar a medir entre 15 y 30 centímetros de diámetro. Pero también se puede cortar en pequeñas tiras para fabricar objetos más pequeños.
Si son piezas pequeñas, pueden ser pegadas con silicona u otro tipo de pegamento compatible. Pero si ya se trata de armados más complejos, se requiere la utilización de tornillos.
Por ejemplo, el artesano hizo una lámpara. ¿Cómo? Con trozos de 12 a 15 centímetros de largo por cuatro centímetros de ancho, colocados en forma helicoidal y pegados a una base circular. Fueron dos días a puro ñeque que valieron la pena.
Asimismo hizo un protector para su celular, pastas de agendas y cuadernos, pero hay algo que le ‘roba’ el sueño: la bicicleta de bambú.
TURISMO DIFERENTE
Calderón espera que en algún momento las instituciones públicas tomen en cuenta esta variación novedosa de construcción. Cita que se podría crear un circuito turístico hacia la Playita del Guasmo con transportes ecológicos, paraderos para pasajeros, embarcaciones, patios de comida y demás infraestructuras.
De acuerdo a la organización Bambú Ecuador, en el país existen unos 300.000 hogares hechos a base de esta planta. A nivel mundial, se estima que 2.500 millones de personas utilizan el bambú para diversos fines, por su gran aplicación en varios productos.