“PEDIMOS JUSTICIA”
“Soy la reina del c i e l o”, e r a l a frase que resaltaba en una gigantografía con la fotografía de Rocío Mendoza. Hace un año ella perdió la vida. Es una de las 12 víctimas del accidente de tránsito que sufrió un bus con hinchas del Barcelona en la vía Cuenca-Guayaquil.
La noche del pasado lunes, William, hermano de Rocío, llegó al estadio Monumental. Faltaban pocos minutos para que comenzara el homenaje a los aficionados del Ídolo que fallecieron en el percance.
William llevaba en sus manos la foto gigante de su hermana. Se la mostró a la barra Sur Oscura, a la que perteneció su ñaña.
Ha pasado un año desde que ella lo dejó. Rocío volvía en el bus de la cooperativa Señor de los Milagros, pero la muerte se les cruzó en el camino.
Él la recuerda todos los días y en especial la despedida que tuvieron. “Es algo duro venir a la segunda casa de Rocío, o creo que era la primera (el estadio). Amaba demasiado a Barcelona. Era bromista y siempre decía que iba al ‘Templo’, muchos pensaban que era alguna iglesia, pero se refería al estadio de Barcelona”, contó William. Sus palabras se entrecortaban. Hacía pausas para continuar hablando.
Recordó cuando se despidieron por última vez, la trasladaba en su moto hasta la entrada de la 8, en el norte de Guayaquil. Ese día fue raro, dijo.
“No sé qué le pasaba, tenía la mirada triste, me dijo ‘cuídate mucho’, eso no lo puedo olvidar, creo que ahora ella es la que me cuida desde el cielo, me hace falta”, manifestó William, quien pasó por la suite presidencial amarilla, se