Ía ‘billetuda’!
tica a los teléfonos de las víctimas, en los que descubrieron llamadas y mensajes que intercambiaban a diario con hombres de negocios. “Se habla de cantidades elevadas, en dólares, de supuestas inversiones de 300 mil, medio millón o varios millones de dólares”, mencionó el operador de justicia.
En esta teoría, lo que más ha llamado la atención es que estas negociaciones, al parecer, eran producidas con base en las ganancias obtenidas en la barbería, un tipo de negocio que no genera los millones de los que trataban en sus conversaciones.
“Es por eso que además del asesinato investigaremos a qué actividad paralela se dedicaban las víctimas”, sostuvo el fiscal.
En un parte de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) consta que un ciudadano jordano, quien el día del crimen se identificó como amigo de los fallecidos, pidió a los agentes que lo acompañaran hasta una casa en la misma urbanización donde estaba el negocio de sus connacionales.
En el sitio, el sujeto habría entregado tres documentos a los investigadores. Y entre esos papeles había una factura por la que supuestamente se cometió el doble asesinato.
El testigo añadió en declaración que por ese escrito las víctimas fueron amenazadas de muerte dos días antes. Sin embargo, no dio más detalles, pero sugirió revisar el celular del papá y de su hijo. Es de ahí que parte la investigación que lleva a la revisión de los teléfonos y que permitió llegar a la primera hipótesis.
SEGUNDA TEORÍA
Hay otra versión, esta vez rendida en la Fiscalía, que por escrito deja asentado el nombre de un reconocido empresario ecuatoriano, pero eso no significa que haya sido el asesino o que haya pagado a alguien para que cometa el crimen, aclaró el fiscal Peña.
Es que también pudo ser una estrategia para desviar la atención, porque la persona que hizo esa declaración es la misma que firmó la factura por la que se generó la primera hipótesis del crimen.
En su relato, el hombre sostuvo que ese documento fue realizado por la venta de otra peluquería que habría tenido una de las víctimas, valorada en 45.252 dólares.
Luego de eso, al versionado se le consultó si conocía de algún problema que tuviera Mohammad Mahmoud. Su respuesta fue que “él andaba siempre asustado (...) Él publicó en 2018 que una persona lo había amenazado de muerte”.
De ahí, detalló que el jordano había escrito esa declaración en su cuenta de Facebook y aseguró que desconocía el motivo de los supuestos problemas entre el extranjero y el empresario, quien aún no ha sido llamado a rendir versión.
Peña explicó que hacen falta contrastar algunos detalles, tanto con familiares de las víctimas como con los testigos, pero tras el crimen regresaron a su país.