“El dolor nos unió”
El crimen ocurrió dos semanas después de que el novio de la víctima le pidiera matrimonio.
Verónica despertó apenas su teléfono empezó a sonar. Era la llamada de uno de sus hermanos, con noticias que nunca hubiera querido escuchar. “No le creía, le dije que estaba loco, pero después me di cuenta que decía la verdad porque lloraba mientras hablaba”, recordó la mujer.
Eran las 04:30 del 10 de junio de 2018, en Ecuador, mientras que en Italia, las 11:30. A esa hora, los familiares de Alexandra del Rocío Mora Álvarez, de 49 años, ya habían recibido confirmación de su muerte, en el hospital San Paolo, del sur de Milán.
La víctima había sido apuñalada en el tórax, en los exteriores de una discoteca, por el hombre a quien amaba y al que le había organizado una reunión de cumpleaños: Antonio Núñez Martínez, de 42 años.
El sujeto utilizó el mismo cuchillo con el que había partido el pastel para acabar con la vida de su mujer, a quien dos semanas antes le había pedido matrimonio, tras entregarle un anillo de compromiso.
“Fue una noticia devastadora y mi hermano me pidió avisarle a mis sobrinas (Sandra y Lady Cepeda), pero nosotros no nos hablábamos, teníamos problemas y le pedí a él mismo que les avisara, pero como tienen sueño pesado, lo que hice yo fue golpearles el piso (desde la planta baja)”, rememoró Verónica.
La allegada confirmó que las jóvenes se habían enterado cuando escuchó los gritos y el llanto.
“Es verdad, nosotros estábamos distanciadas por algunos asuntos personales, pero todo lo que pasó hizo que nos ayudemos. El dolor nos unió y juntos tratamos de sobrellevar esta situación, porque no la podemos superar”, comentó para EXTRA Sandra, la hija mayor.
El pasado miércoles, tras conocer que el asesino de su madre confesó el crimen y que fue sentenciado a 30 años, la joven mencionó que no asimilaba si era una condena justa o no, porque no conocía muchos detalles del proceso.
“De lo que sé, es que le iban a dar cadena perpetua, pero al declarar todo le rebajaron la pena. E incluso, si se porta bien, con el pasar del tiempo le pueden reducir otros siete años”, acotó la pariente.
Desde la muerte de su madre, Sandra y Lady han acumulado fotografías de ella en pequeños altares dentro de sus habitaciones, mientras que Verónica, en cambio, no quiere tener imágenes de su hermana.
“Quiero pensar que ella sigue en Italia, que está de viaje y no que está muerta”, sostuvo la allegada, conteniendo el llanto.
UNA DÉCADA
La víctima vivía en Italia desde el 2008. Fue asesinada en su décimo año, cuando planeaba tramitar su ciudadanía y nacionalizar a sus hijos.
EL SALDO
La fémina fue llevada a un hospital, oero murió.
Antonio fue detenido y el pasado miércoles fue sentenciado a 30 anos de pirsión.