RODRÍGUEZ, LA RECTA FINAL DEL MUNDIAL SUB-17.
Va por su cuarto Mundial. Dice que el amor a la camiseta tiene que nacer del jugador que defiende a su país.
Se aleja del grupo de los chicos, busca los apuntes y luego ingresa con todo al trabajo. Es Javier Rodríguez, el entrenador de la selección sub-17 que está en la última etapa de su preparación para el Mundial de Brasil, que arrancará en octubre.
El DT ecuatoriano prepara lo que será su cuarta fiesta a nivel mundial, estuvo en México sub-17 (2011),
Chile sub-17 (2015),
Corea del Sur sub-20
(2017).
Está cerca el nuevo sueño de jugar el Mundial número cuatro en su carrera
Es un sueño, pero nuestro objetivo es hacerlo realidad. Por eso todos los días despertamos. Esto quiere decir que cada día tenemos que llenarnos de humildad y aptitud, y saber dónde estamos y dónde vamos a ir. El grado de responsabilidad es grande, pero sin perder el espíritu de alegría que tiene el jugador ecuatoriano.
¿Cómo manejar la emotividad en estos chicos?
Depende de los marcadores somáticos, que son los sentimientos y emociones. Nuestro trabajo es estabilizar a los chicos. A esta edad (16 -17 años) por su manera de pensar son dueños del mundo y también se ahogan en un vaso de agua.
Nuestra responsabilidad no solo es hacer un trabajo técnico, también sacarles cargas de su cabeza.
¿A esta edad cuáles son los problemas en los que más se ahogan?
Los estudios, se les exige mucho para que lo hagan. Y las amistades que tienen, hay que saber con quiénes se rodean. Las novias o enamoradas. Todo esto no se lo podemos quitar, pero sí hablamos a profundidad de todo esto.
¿Cómo está el grupo de trabajo?
Un gran grupo que cada día tiene más confianza. Se están conociendo más. Les comentaba que cuando se den un abrazo sea de corazón, que no sea por ningún compromiso. Que eso los va a llevar a sortear cosas en la vida y en el Mundial.
Los rivales son cosa seria.
Son fuertes, tienen diferentes culturas futbolísticas. Jugaremos ante Nigeria, que se ha cansado de ser campeón (4 veces) en esta categoría; Australia, que tiene juego directo; y Hungría, que siempre es complicado.
Usted va por su cuarto Mundial, ¿cuál es la ilusión?
La ilusión y las ganas son en estos momentos. No esperamos que sea el Mundial. En cada entrenamiento ya estamos haciendo todo lo que vamos a poner en práctica en Brasil. Ahora ya estamos trabajando con toda la seriedad.
¿Hay algo especial para que la piel de la Tricolor la sientan en el alma estos chicos?
Eso no hay que exigirlo, siempre los enamoro diciéndoles y enseñando que la selección es su país, su barrio, su familia, su gente. Recuerdo que antes de jugar ante Argentina en el Sudamericano de Perú les dije que siempre que vayan al aeropuerto, tienen que mirar a la gente de frente a los ojos. Que se sientan dignos de defender a su patria, eso es hacer patria.
Ellos en ese partido fueron dignos, ganaron (4-1) y clasificaron, y cuando llegaron se sintieron orgullosos de ser ecuatorianos.
Esta es su cuarta vez en un Mundial, un récord.
Es como si fuera mi primera vez. Son otros tiempos, es una manera diferente de pensar. Es otra cultura de los chicos, estos son cibernéticos, nacieron con la tecnología en las manos. Todo es nuevo, solo queda disfrutar su juego.
2011 fue su primer Mundial, la mayoría de esos chicos están jugando en el extranjero como Cristian Ramírez, José Cevallos, Carlos Gruezo, Kevin Mercado y más.
El 90 por ciento llegó, eso se lo deben a ellos. Yo soy agradecido por los clubes que están haciendo bien su trabajo. El jugador ecuatoriano es muy profesional, con ganas de salir adelante en todo. Debemos mejorar en la constancia, para ser mejores.
Así opina Ya tenemos las canchas de entrenamiento y el lugar de concentración en Goiania. Viajaremos el 11 de octubre para estar adaptados en todo”.