¡El show debe continuar!
Eventos y presentaciones fueron suspendidos por las protestas y saqueos en las calles de Guayaquil.
El malabarista, equilibrista y empresario azteca Sandro Fuentes Gasca carga orgullosamente sobre sus hombros 81 años de historia en el mundo de las carpas, porque su familia, por allá en 1938, le empezó a halar al entretenimiento circense.
De entonces a hoy son cuatro generaciones que han visitado con frecuencia Ecuador, Colombia, Chile, Perú y otros tantos sitios para llevar diversión. ¡Ese es su buen hacer!
Lo que no estaba en las cuentas de Sandro era que al llegar al Puerto Principal viviría, él y sus 70 colaboradores, una de las más delicadas experiencias como es la de quedarse en la mitad del convulsionado panorama social que afecta por estos días al país.
Algo que le genera semanalmente pérdidas, nada más ni nada menos, 10 mil dólares de pérdidas. Una cifra dura de asumir que, no obstante, con fe y trabajo trata de superar.
“A diferencia de otros circos, este es ya una empresa constituida, pues todos los artistas tienen seguro y están en nómina, hay contratos, se hospedan en hotel y los niños reciben clases con una maestra que viaja con nosotros”, dijo a un impreso en una anterior visita a Guayaquil.
La citada cifra se da por no poder realizar las presentaciones programadas en el marco de las fiestas octubrinas y son el resultado de los gastos en hospedaje, comida y movilizaciones del equipo, entre otros rubros.
Sandro llegó a Ecuador hace 15 días con la ilusión de realizar el show.
Montó la carpa en la explanada del Estadio Modelo, norte porteño, y tuvo todo listo para el estreno. Pero, la mala suerte quiso que no pudiera empezar su espectáculo en la fecha indicada. Comienzos de octubre.
Pese a no entender mucho de la situación actual que atraviesa el país, lamentó observar cómo las personas corrían de un lado a otro en medio de manifestaciones. Ahora, pese a todos los contratiempos, hoy viernes 11 de octubre es el flamante día del debut en el que esperan deleitar al público como siempre lo han hecho y tener la carpa llena, a reventar.
Sandro tiene la esperanza de que los guayaquileños lo acompañen en esta gesta de hacer reír a niños y grandes. Algo que le nace no solo del alma, sino también de las ganas.
DATO
Hasta 10 mil dólares semanalmente pierden al no realizar las funciones programadas.