Un empate con sabor a finales
William Riveros abrió el marcador para los manabitas, mientras que con un autogol de Geovanny Nazareno empataron los albos.
Un bocadito de lo que se viene en los playoffs. Liga Deportiva Universitaria de Quito y Delfín empataron 1-1 ayer en el estadio Rodrigo Paz Delgado.
Los dos equipos están clasificados a la fiesta grande de la LigaPro, de todas maneras, mostraron todas sus armas y apuestas tácticas. Y salió un juego entretenido.
Durante los primeros minutos los albos mandaron en la cancha. Tuvieron el balón y llegaron en varias oportunidades hasta la zona de finalización. Sin embargo, carecieron de puntería para concretar todas las que generaron. En veinte minutos desperdiciaron cuatro.
Las más claras estuvieron a cargo de Andrés Chicaiza y Rodrigo Aguirre, quienes fallaron al definir dentro del área y sin marca.
Delfín, en cambio, respondió con disparos de Sergio López desde fuera del área. Por esa vía obligó a Adrián Gabbarini a exigirse una vez.
Mientras los albos jugaban a intercalar los ataques por los costados, alternando a José Quintero y Antonio Valencia como extremos por derecha, los manabitas se dedicaron a explotar el callejón central para buscar la sorpresa. Así, en el juego se armó un ida y vuelta atractivo para los cuatro mil aficionados que llegaron al estadio de Ponciano.
La apuesta de Delfín, sin embargo, le pasó factura en lo físico, en la recta final del primer tiempo. Ahí volvió el dominio albo, pero también sus yerros cerca del área. Quintero tuvo una para ceder el balón a un Rodríguez que estaba solo, pero le pegó mal. En otra, José Ayoví se equivocó en la habilitación.
Con la energía renovada para el segundo tiempo, Delfín dio dos sustos a los quiteños. En el primero Roberto Ordóñez remató al cuerpo de Gabbarini y en el segundo Carlos Garcés no pudo cerrar.
Y en la tercera mandó el balón al fondo de las redes, gracias a William Riveros.
Después de ese tanto se agudizaron las propuestas. Los albos sumaron hombres en ofensiva y los manabitas cerraron, aún más, sus líneas.
Y el juego fue más intenso. En los contraataques el cuadro dirigido por Fabián Bustos pudo liquidarlo, pero perdonó. Y esta vez, Liga de Quito pagó con un gol y cuando tenía menor claridad. Tras un centro, el balón cayó dentro del área chica y golpeó en la pierna de Giovanny Nazareno, antes de meterse dentro del arco de Ortiz.