Bosque petrificado, atracción de turistas y científicos
Está ubicado a 100 kilómetros de Machala y 25 de Loja, recibe alrededor de 10 mil turistas al año, 70 % de ellos son alumnos de colegios y universidades.
El bosque petrificado de Puyango, ubicado en el límite entre las provincias de El Oro y Loja, es Patrimonio Cultural del Ecuador, debido a sus centenares de troncos fosilizados y varias especies únicas en el mundo.
Se ha convertido en uno de los sitios más buscados por los turistas extranjeros y nacionales, después de las islas Galápagos. A 100 kilómetros de Machala y 25 de Loja se ubica este lugar.
La turista Juliana Paredes salió desde Quito con rumbo a las playas peruanas, pero había escuchado hablar del bosque petrificado y no quiso dejar pasar la oportunidad. Cuando llegó al cantón Arenillas preguntó a un militar que realizaba una inspección de rutina la dirección del bosque y en cuestión de 25 minutos llegó al lugar, donde un árbol de más de 20 metros de alto le dio la bienvenida.
Luego de recibir las indicaciones de uno de los guías, la turista y 3 acompañantes se adentraron en el bosque petrificado de Puyango.
Gloria Rentería, una de las guías, indicó que el bosque recibe alrededor de 10 mil turistas al año, 70 % de ellos son alumnos de colegios y universidades de las carreras de Geología y Minas, Turismo y Gestión Ambiental.
Ella es muy conocedora de la floresta, por ello explicó que el sitio está lleno de las reliquias de lo que una vez fue un floreciente bosque de árboles de araucarias que fueron convertidos en piedra. Los visitantes pueden encontrar troncos de hasta 21 metros de alto y 1,6 metros de diámetro.
Por ejemplo, un árbol de pretino que tiene 21 anillos tendría aproximadamente 210 años.
Rentería dijo que algo curioso es que la especie de araucarias no es originaria del sitio, sino que los árboles vinieron arrastrados desde Chile por grandes movimientos tectónicos en la era cretácea, cuando se formó la cordillera de los Andes.
Su antigüedad se calcula en más de 100 millones de años. La posición prehistórica cubre 5 mil hectáreas, de las cuales 2.658 han sido declaradas Patrimonio Cultural del Ecuador.
“Es como viajar en el tiempo y ubicarse en medio de un gran bosque seco, pero con características muy particulares, es un yacimiento fosilífero”, dijo la turista Paredes, mientras observaba los restos de árboles convertidos en piedras.
Unos carteles de madera indican los diversos senderos que existen a lo largo del bosque, donde se destaca la presencia de elementos petrificados de vida terrestre: árboles, animales y especies marinas, así como moluscos y helechos.
Desde el primer paso empiezan a divisar los cientos de troncos petrificados que se encuentran en la zona.
Así opina
“Es como viajar en el tiempo y ubicarse en medio de un gran bosque seco, pero con características muy particulares”. GLORIA RENTERÍA guía turística.