Guápulo encendió las luces
La liga barrial estrenó sus flamantes luminarias. El proyecto de autogestión para costearlas arrancó hace aproximadamente un año.
Un mes ha pasado desde la última vez que se jugó un partido de noche en la cancha de la liga barrial de Guápulo (oriente de Quito). Las luminarias arrojaban luces demasiado tenues y los futbolistas tenían miedo de lesionarse por no tener una visión muy clara del terreno, así que la directiva optó por no correr riesgos y clausurar los cotejos en la oscuridad.
Entonces los dirigentes del escenario arrancaron con un proyecto de autogestión para renovar las luces (iniciativa que nació hace un año) y la noche del viernes Guápulo volvió a albergar un encuentro nocturno, con la inauguración de las flamantes luminarias que dan paso a una nueva jornada de partidos a partir de las 18:00, que se disputarán desde este fin de semana.
Las sub-50 de Liga de Quito y de la selección de Guápulo fueron las protagonistas. Pese al intenso frío, los jugadores ‘vetucos’ estuvieron puntuales en la cancha de arena haciendo su labor de calentamiento.
Por el equipo azucena, exfiguras como Patricio Ortiz y Víctor Jácome estuvieron presentes. Según Ortiz, ellos fueron convocados por la importancia que tiene la liga de Guápulo en el deporte barrial. “Nosotros nos mantenemos activos pese a la edad, participamos en varios torneos y siempre procuramos asistir a este tipo de eventos”, indicó el jugador de Liga de Quito, quien comentó que su equipo actúa de forma regular en la categoría sub-50 de la liga Matovelle, ubicada en el centro de la capital.
TODA UNA FIESTA
Desde temprano sonaba música bailable a todo volumen a un costado de la cancha. Luces de colores llamaron la atención de los moradores de Guápulo.
El aroma a choclo frito y a empanadas recién hechas también atrajo a los asistentes. Y es que los bares que venden todo tipo de comida dentro del aliga también forma ron parte de esta gran inauguración.
Según Ángel Quishpe, presidente del escenario desde hace cuatro años, las señoras que atienden en esos bares fueron un apoyo fundamental para el arreglo y traslado de las luminarias. “Con el arriendo de los espacios y con la colaboración de los trabajadores se pudo acelerar el proceso”.
A decir de Quishpe, hace 40 años se instalaron las primeras luces, pero por el tiempo y el uso la iluminación se volvió demasiado tenue y ya no se podía jugar de noche. “La recaudación también se hizo aumentando el costo de la entrada: de 25 centavos pasamos a cobrar 50. Así que los asistentes también nos dieron una mano importante en este proyecto”.
Aproximadamente 16 mil dólares fue el costo de la renovación y, para poder pagarlos, Quishpe hizo un préstamo que deberá pagar hasta el próximo año. Pero para estrenar el ‘nuevo juguete’ con todas las galas hasta asistió el fray Jonatan Rodríguez, religioso del Santuario de Guápulo, para bendecir la cancha, a los jugadores y a las nuevas jornadas nocturnas. Luego de rezar un padrenuestro y un avemaría, los jugadores quedaron listos para estrenar la iluminación con un partido amistoso solo para mayores de 50 años.