Comparten alimentos y agradecen a los ancestros
Este sabroso postre tiene forma de un bebé envuelto que representaba a los niños fallecidos, aunque también hay vestigios de que el pan era una especie de fortaleza para la cosmovisión indígena.
Daniela Masaquiza, profesora oriunda del pueblo Salasaka, cuenta que desde la cosmovisión prehispánica el respeto a los difuntos es algo que viene intrínseco en las regiones andinas, por lo que se fomenta símbolos y alimentos que envuelven esta fecha especial.
Uno de los cultos más importantes es el compartir alimentos tradicionales de la zona, que son acompañados con la colada morada, es que es una forma de representación de la esencia de la tierra.
“Esto es algo realmente importante, agradecerles a nuestros ancestros por toda la sabiduría heredada es algo que debemos mantener firme, el realizar los ritos que nos motiven a rescatar quiénes somos es algo que debemos impulsar no solo en las comunidades indígenas, sino en todos los hogares de nuestra Sierra”, puntualizó la maestra.
Wilmer Sailema, panadero de tercera generación, cuenta que en quichua la palabra guagua significa niño o niña, por lo que se cree que al inicio de la tradición el pan con esta peculiar forma de un bebé envuelto representaba a los niños fallecidos, aunque también hay vestigios de que el pan era una especie de fortalezas ceremoniales, por lo que se les daba formas de animales y símbolos sagrados que se combinaban con los colores que tienen una representación importante para la cosmovisión indígena.
“Si nosotros vemos el pan no solo tiene un significado especial para las zonas andinas, pues desde la misma época de Moisés, en el viejo Egipto, la cena antes de la última plaga, así como en la última cena de nuestros Señor Jesús, el pan tuvo una importante representación”, puntualizó el hombre.
POSTRE QUE SE RESISTE AL TIEMPO
Conforme ha avanzado el tiempo, las guaguas de pan son un sabroso postre que se prepara para el 2 de noviembre, Día de los Difuntos. Estas se elaboran a base de harina de trigo y se suelen rellenar de diferentes dulces, como dulce de guayaba, mermelada de mora, manjar de leche, chocolate, queso y otros.
Las figuritas tienen forma de un bebé envuelto, al que solo dejan fuera la cabeza, cuya cobija tendría adornos como cintas o borlas de colores que sirven para darle una mejor vistosidad al pan, aunque generalmente no tienen extremidades.
En el Ecuador, en Tungurahua, es donde mayor realce se le da a este alimento, por lo que se impulsa su consumo para el deleite de los paladares de todos los gustos.
Así en la casa del portal de Ambato, el pasado sábado se realizó por cuarto año consecutivo el Concurso Nacional de Guaguas de Pan, en el que participaron diferentes panaderías y personas que gustan de este arte y mostraron cómo seguir rescatando esta tradición a pesar del tiempo.
Ambato es conocido como la Tierra de las Flores, Fruta y Pan. Impulsado por esa fama en esta época, cuando el mundo se apresta a vivir el Día de los Difuntos, 2 de noviembre, las panaderías de la ciudad crean nuevas formas para fusionar las tradicionales guaguas de pan con sabores que le permitan ser un excelente acompañante con la deliciosa colada morada.
Ximena Mollolena, experta en este oficio, comenta que en Ambato existe la peculiaridad de que todo el año se puede disfrutar de colada morada en Atocha, sin embargo, estas son acompañadas de empanadas y solamente se comen con guaguas para recordar a los difuntos.