Boxeador y celador de los 70
El expugilista Marco, KO, Jurado recordó con EXTRA sus años como guía del penal, árbitro de fútbol, campeón de los puños y réferi de boxeo.
Entre cientos de fotografías y de recortes de periódicos salen a la luz las historias de Marco Jurado. El exboxeador recordó con EXTRA sus mejores años en el deporte de las narices chatas, en el fútbol, como árbitro y hasta como celador penitenciario.
KO, como se lo conocía comúnmente en los años 70 (porque todas sus peleas las ganaba por nocaut, aunque ya no recuerda exactamente cuántos hizo), trabajó por ocho años en el penal García Moreno, en el centro de Quito. “Los reos me querían, porque conmigo hacían deporte, se mantenían ocupados, eran tomados en cuenta. Esa era una auténtica rehabilitación”, comentó, puesto que fue él quien creó los campeonatos de fútbol dentro del penal, y allí se formaron equipos y los torneos se celebraban como si de auténticas finales mundiales se tratara.
En ese sentido, Jurado tiene una clara idea de cómo podría mejorar la situación dentro de los centros penitenciarios, donde “se vive mucha violencia” en la actualidad. Y, aunque salió de ese cargo al inicio de los años 80, KO todavía habla de él con mucho cariño y hasta reconoció que le gustaría volver a trabajar allí, ya con un proyecto elaborado de rehabilitación a través de la práctica deportiva.
Por ahora, está vinculado a la Asociación de Árbitros de Boxeo y muy cerca de la Federación Ecuatoriana de Boxeo. Y es que desde hace tres décadas que KO trabaja como jurado y como réferi en los combates de puños que se desarrollan en la capital, puesto que, pese a ya no practicar el deporte, siempre ha estado vinculado a él.
“Los boxeadores de ahora solo lanzan los golpes sin pensar en cómo funciona el resto de su cuerpo. El cuerpo es como un engranaje y cada movimiento conecta con otros movimientos”. Es por eso que Jurado tiene un nuevo proyecto, a sus casi 71 años: el de convertirse en entrenador de boxeo.
Para eso, contó, haría falta que la Federación le brinde la confianza para que él pueda enseñar tácticas a jóvenes aspirantes. Ante el lente de EXTRA, KO hasta mostró algunos de sus golpes estrella con los que ‘mandó a dormir’ a decenas de rivales hace 40 años.
DISCIPLINA
KO formó parte de la Selección de Pichincha y se preparó para ser árbitro de fútbol. Así que, a la vez que boxeaba y era guía penitenciario, también arbitraba cotejos de primera división, todo en los años 70.
“Ser árbitro no es nada fácil. Uno escucha los reclamos de la gente, muchas veces insultos. Pero uno tiene que estar preparado. Cuando uno pierde el miedo, puede enfrentar lo que sea”, explicó a este Diario.
Hace más de cuatro décadas que comparte su vida con Sonia, la madre de sus cinco hijos. Se conocieron porque tenían familia en común y solían coincidir en las reuniones. “No fue amor a primera vista porque ya nos conocíamos mucho tiempo. A mí no me noqueó”, rio la amada del expugilista tricolor.
Juntos abrieron una bolsa llena de fotografías que KO presumió cuidadosamente a este Diario. Había imágenes en blanco y negro de cuando él tenía menos de 30 años y lucía sus guantes y casco de boxeador amateur. También tenía imágenes suyas luciendo uniforme de árbitro, aún cuando los años no arrugaban su piel.
Y, aunque un poco alejadas de su trayectoria deportiva, KO también guarda celosamente un grupo de fotografías que lo vinculan con la política, como algunas en las que está posando junto al expresidente Jamil Mahuad, incluso mucho antes de que se convirtiera en el primer mandatario.