¡El Cachorro se va con todo!
Efrén Mera embarcó en el avión a toda su familia para que esté presente en la final de la Copa Sudamericana que Independiente del Valle jugará este sábado, a las 15:30, ante Colón de Santa Fe, en Asunción de Paraguay. Su esposa y tres hijas viajaron ayer.
Las maletas bien llenas, al igual que el corazón. Efrén Mera no estará solo en Asunción (Paraguay) este sábado, sino que lo acompañarán las cuatro mujeres de su vida en este momento tan crucial de su carrera futbolística.
Pamela Villarreal, esposa del número 10 de Independiente del Valle y madre de sus tres hijas, fue ayer al complejo del equipo de Sangolquí para recoger a su amado. Y, aunque los jugadores rayados viajarán hoy a la capital paraguaya para la gran final de Copa Sudamericana de este sábado, Pamela lo hizo ayer con toda su descendencia, dado que ningún Mera Villarreal se perderá este partido. Las mujeres del Cachorro se desplazaron a la capital paraguaya apenas horas después de recoger al futbolista del centro de entrenamiento (y luego él se encargó solo de hacer sus maletas para hoy).
“Esta será mi primera vez en Paraguay y me emociona mucho conocer ese lugar”, confesó la amada de Mera. Sin embargo, hay otra cosa que también la emociona mucho, y es la idea de hacer un pequeño viaje familiar aprovechando este momento de su esposo. Como parte del ‘equipaje’, los Mera Villarreal llevarán a sus tres pequeñas a ver el esperado partido y a pasear por Asunción. De hecho, la Cachorra menor tiene apenas cinco meses de edad y ya realizará su primer viaje a tierras internacionales.
“Desde tan chiquita va a viajar, va a ir a un estadio, va a alentar a un equipo. Desde ya es toda una futbolera”, comentó la compañera de vida del Cachorro. Y Mera, aunque no quiso revelar mayores detalles sobre sus preparativos personales, indicó que llevará sus propias cábalas y planea su propio festejo en caso de alcanzar un resultado favorable, pero no quiso adelantar nada porque “vivo un día a la vez”.
Las otras ‘peques’ de Mera tienen 7 y 5 años, así que ya han tenido la oportunidad de viajar antes, sobre todo a partidos que ha disputado el Cachorro dentro del país.
VISIBLE EMOCIÓN
Aunque Mera procura mantener los nervios templados y no adelantarse a nada, no puede ocultar la inmensa emoción que lo invade la sola idea de que podría conseguir un título internacional. “Como toda final vamos a vivir un partido muy duro, ellos (Colón) también están persiguiendo un sueño al igual que nosotros”.
Como todo anhelo, el Cachorro quiere vivirlo bien acompañado, no solo por sus mujeres, sino por todo el país. El número 10 de los rayados hizo un llamado a la comunidad ecuatoriana para que apoye a Independiente del Valle en la final de Sudamericana, porque podría convertirse en un momento histórico para el fútbol local.
“Solo quiero pedirle a la gente de Ecuador que nos siga apoyando, que siga creyendo en nosotros, tal como lo ha hecho. Que independientemente del resultado nos siga brindando su confianza y su cariño, porque eso es lo que más fuerza nos da para seguir adelante”, indicó el jugador en rueda de prensa.
Por otro lado, confesó que es inevitable sentir algo de nervios antes de un partido de este tipo, pero confía en que sus compañeros sepan manejar la presión. “Les pido que venzamos el temor, porque si sentimos temor no vamos a llegar a ningún lado. Tenemos que confiar en lo que tenemos y en lo que podemos presentar en la cancha”.
Aunque se ha sentido cierta ansiedad para que llegue este momento tan esperado (la clasificación a la final fue hace mes y medio), los jugadores de Independiente del Valle han sabido mantener la calma para esta espera que fue bastante larga. En Liga
Pro, los rayados no siempre contaron con equipo titular, aunque el entrenador Miguel
Ángel Ramírez no se guardó mucho diferenciando ambos torneos.
“Nosotros siempre hemos sido conscientes de la importancia de ambos campeonatos. Hemos sabido diferenciar a cada uno de ellos y se les ha dado la importancia que ambos ameritan. Por eso el capítulo de Sudamericana es diferente”, sentenció el Cachorro.