Aprendió a tejer de sus abuelos
No solo combinan colores, sino que se debe saber el significado de cada uno de ellos con relación a la Pachamama.
Nació tejiendo y combinando los colores de los mullos, como parte de la identidad de la mujer saragureña.
Pero no solo es la habilidad, creatividad y destreza para entrelazar pacientemente cada mullo y formar el tendido; es conocer el significado de cada uno de los colores que se relaciona con la Pachamama y el arcoíris, asevera María Quisphi.
La mujer, de 35 años, y vistiendo su atuendo ancestral y característico de los Saraguros, cuenta que el oficio lo aprendió de sus abuelos y se ha convertido en una experta en el tejido y tendido de mullos para la elaboración de manillas, aretes, anillos multicolores. Es en base a nuestra cosmovisión, explicó mientras muy atareada iba formando mullo a mullo, una manilla, la que preveía expender a cuatro dólares.
“Se puede también tejer el nombre de la persona. El signo del zodíaco o cualquier otro elemento que el cliente desee”, dijo María.
Esta artesanía se la llama también chaquiras, mostacillas u ovalorios, y es un arte que se ha transmitido por generaciones, como parte de la identidad cultural de los Saraguros.
Cada una de las piezas tienen figuras con formas de corazón o flores o de aves sagradas, como el quinti, que representan a la Pachamama. Hay otras que llevan tejidas la Chakana o Cruz
Andina, que significa la conexión entre el ser humano y el cosmos, contó María Quisphi añadiendo que en su etnia se usa además esta bisutería para combinar con su vestimenta; falda negra, blusa y el sombrero color blanco.
Junto a María estaba su coterráneo Enrique Zhunauli, de 44 años, quien combina la agricultura con el arte y oficio de tejer mullos por herencia familiar, dijo el hombre.
Señaló que durante el tejido se forman también figuras geométricas, características de los diseños precolombinos y que lo hacían los incas para adornar la vestimenta.
El valor de los collares y aretes oscila entre tres y cuatro dólares, dependiendo de la complejidad del tejido, de los diseños y tamaños, pudiendo incluso llegar a costar los más grandes entre 50 y 60 dólares, dijo la pareja de saragureños. Es una manera de difundir la cultura y los saberes de los Saraguros, manifestaron María y Enrique, quienes recorren el país mostrando su arte y oficio.
Así opina
Se puede tejer también el nombre de la persona, signo del zodíaco, hay que tener destreza y paciencia para que todo salga bien”.
MARÍA QUISPHI,
artesana de Saraguro.