LA LIBERTAD ROBO EN PLENA DESPEDIDA
MUJERES Y JÓVENES FUERON OBLIGADOS A LANZARSE AL PISO. UN GRUPO ALCANZÓ A REFUGIARSE EN UN CUARTO. UN HOMBRE SE ENFRENTÓ A LOS PILLOS.
Estudiantes y madres de familia fueron asaltados el fin de semana, cuando le hacían la despedida a una compañera. Los pillos llegaron en dos motos y sorprendieron a todos. Varios jóvenes lograron refugiarse en un cuarto.
Un grupo de estudiantes de un colegio de La Libertad vivió momentos de angustia la tarde del sábado, cuando estaban reunidos en el domicilio de la familia Rodríguez, ubicado en el sector La Propicia, para despedir a una compañera que viaja a radicarse al extranjero.
Los chicos andaban acompañados de un grupo de madres de familia que prepararon una comida en honor a la viajera.
Aproximadamente a las 17:00, cuando la reunión ya se había terminado, los presentes llamaron a varios taxis con la finalidad de que los trasladen a cada uno a sus hogares, pero al abrir la puerta del patio de la vivienda a la espera de los vehículos de alquiler, fueron sorprendidos por cuatro maleantes en dos motos que los asaltaron.
“Andaban vestidos de negro y con cascos, sacaron sus armas de fuego y nos obligaron a que ingresemos a la casa”, narró la propietaria del inmueble, quien tuvo que lanzarse al piso junto con las otras mujeres presentes.
“Los celulares, los celulares”, pedían los pillos a sus víctimas. La mayoría de los jóvenes alcanzó a esconderse en una de las habitaciones de la casa y aunque los pillos intentaron abrir la puerta no lograron hacerlo debido a que el jefe de familia llegó en ese momento y enfrentó a los asaltantes.
“Tírate al piso o te disparamos”, le gritaban los maleantes al dueño de la casa, quien les contestó que él estaba en su hogar y no le iban a obligar a hacer lo que ellos querían. El hombre hizo que los antisociales se pongan nerviosos y abandonen rápidamente la casa.
Antes de darse a la fuga, se llevaron tres teléfonos móviles, carteras y una computadora portátil que estaba en la sala. “La laptop es nueva, la sacamos a crédito y todavía no la pagamos, allí estaba el deber de mi hijo que estudia en la universidad. Esos malditos aún nos tienen nerviosos por lo ocurrido”, narró la propietaria de la vivienda.