¡LA ÚLTIMA VISITA A MAMÁ!
EL HOMBRE, DE 26 AÑOS, TRABAJABA EN GUAYAQUIL. HABÍA IDO A DEJAR DINERO A SU FAMILIA. SALIÓ A PASEAR Y REGRESÓ EN UN ATAÚD.
Enrique Zambrano Pihuave, de 26 años, perdió la vida la madrugada de ayer en un accidente de tránsito ocurrido en la Ruta del Spondylus, en el tramo Valdivia – Manglaralto, en las inmediaciones del sector donde funciona una planta evisceradora de pescado.
Zambrano Pihuave conducía una moto y se dirigía hacia su domicilio en la población de Libertador Bolívar, se presume que en el trayecto al pequeño vehículo se le explosionó una llanta, con tan mala suerte que el motociclista se estrelló contra un poste de alumbrado público.
A pesar de que llevaba casco, por el fuerte impacto el joven se destrozó el cráneo y su muerte fue instantánea. Testigos indicaron que el accidentado quedó preso en la moto junto al poste; el vehículo liviano se incendió y los angustiados moradores del lugar donde ocurrió la tragedia lograron sacar a tiempo el cuerpo del fallecido antes de que termine incinerado.
“Escuchamos dos explosiones, una más fuerte que la otra, cuando corrimos a ver lo que había pasado encontramos al muchacho que estaba muerto, la moto ya estaba ardiendo, entre varios compañeros logramos sacarlo y ponerlo a un lado de la vía”, dijo Pablo Ángel, morador del lugar.
Los comuneros entregaron a los familiares del difunto todas sus pertenencias que la encontraron esparcidas en el sitio de la tragedia. “Aquí está su billetera y su teléfono celular”, indicó un hombre a los acongojados deudos que no paraban de llorar.
Los agentes de la Oficina de Investigación de Accidentes de Tránsito (OIAT) dispusieron el traslado del cuerpo de Enrique Zambrano Pihuave a la morgue de Santa Elena para las pericias de ley. “No puedo creer que mi hermano esté fallecido, recién había llegado de Guayaquil donde trabajaba, salió en la moto a darse una vuelta, quizá se encontró con sus amigos y se habría tomado alguna cerveza, no entendemos por qué se trasladó a Valdivia”, decía muy dolido Junior Zambrano, hermano del fallecido.
COMUNEROS RECIBIERON EL CUERPO
La tarde de ayer fue trasladado el féretro de Enrique Zambrano Pihuave a la población de Libertador Bolívar. En el lugar, decenas de personas, entre lágrimas y sollozos, lo recibieron.
Quienes lo conocían indicaron que el muchacho con su trabajo era el sustento de su progenitora, quien es viuda. El ahora fallecido y su hermana laboraban en Guayaquil para sacar adelante su hogar.
“Quería mucho a su mamá y por eso, después de la muerte de su papá, salió junto con su hermana a buscar trabajo. Cada 15 días venía con el dinero ganado para solventar los gastos de la casa, es muy triste que haya muerto tan joven”, decía Diotima Lainez, tía del difunto.
LA VÍCTIMA TENÍA 26 AÑOS Y JUNTO CON SU HERMANA ERA EL SUSTENTO DE SU HOGAR. FUE LA ÚLTIMA VISITA A SU MADRE, A QUIEN HABÍA IDO A DEJAR DINERO.