¡Mataron a los perros y luego a los amos!
Al parecer, la masacre fue fríamente calculada días antes. ¡Victimarios no dejaron nada al azar!
En la ciudadela San Marcos, de Portoviejo, provincia de Manabí, el nerviosismo y la sorpresa entre sus habitantes acaso se volvieron unas constantes en vez de unas variables. La tranquilidad a la que estaban acostumbrados la alteró un inusual hecho: el salvaje doble asesinato ocurrido la noche del martes y que, parece ser y según las autoridades, sería resultado de un plan macabro que llevaba ‘cocinándose’ varios días.
Las víctimas: Honoria Ponce de 76 años, y su hijo Daniel Mendoza de 45 años. Ellos murieron violentamente dentro de su domicilio.
Cuando los encontraron nadaban en un mar sangre en la sala de la vivienda como consecuencia del duro ataque a sus vidas realizado a bala limpia.
¿QUÉ PUDO PASAR?
Este caso está rodeado de misterio, pese a las incipientes certezas que poco a poco se van obteniendo.
Los vecinos de este lugar, ubicado en la vía que conduce hacia la parroquia Crucita, asocian el hecho a una situación que hasta la fecha parecía aislada: ¡el envenenamiento días antes de los dos perros que vigilaban la casa!
Una de las fuentes, que pidió reserva, afirmó que días antes del crimen, los canes que tenían en la vivienda las víctimas fueron envenenados. Igual suerte corrida por otros canes del vecindario.
Tal hecho, ahora que sucedió el crimen, los hace pensar que todo habría estado planificado, porque el ladrar de las mascotas hubiera sido un obstáculo para que los victimarios llevaran a cabo sus macabras intenciones.
“Aquí siempre ha sido todo tranquilo. Estamos nerviosos por aquí esto es rarísimo”, expresó un curioso que se acercó a la escena del crimen y no salía de su sorpresa por el lamentable hecho que conmovió a Portoviejo.
VERSIÓN POLICIAL
El jefe de la Policía de Manabí, Geovanny Ponce, informó que los presuntos responsables del crimen ingresaron por la puerta de la cocina, luego de atravesar por un terreno aledaño ubicado en la parte posterior de la casa.
Según el oficial, el hijo recibió un certero disparo en la cabeza cuando se servía alimentos, a un costado de la sala.
La madre sufrió dos impactos por la espalda, cuando presuntamente salía de uno de los cuartos.
La fuente policial explicó que las puertas frontales de ingreso a la vivienda no fueron en ningún momento forzadas. “Estamos investigando el móvil de este lamentable suceso. Aparentemente el hecho fue generado por personas que tendrían alguna relación o eran conocidas de las dos personas”, dijo Ponce.
Personal de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas recogieron huellas, indicios y vestigios en la escena para determinar causales.
Asimismo, un barrido con canes de droga y personal de Antinarcóticos se realizó en la casa, sin encontrarse ninguna sustancia sujeta a fiscalización.
De acuerdo a versiones de un allegado que prefirió el anonimato, esta familia se dedicaba a la venta de productos agrícolas. De allí se desprendió una de las primeras hipótesis que se barajaron tras el hecho.
Se creyó preliminarmente que habían vendido una cosecha de limón y fueron asaltados. Asimismo se supuso que Mendoza y su madre habrían retirado un dinero de una entidad bancaria y habían sido sorprendidos en su casa por supuestos sacapintas.
El jefe del Distrito Portoviejo, Jaime Salazar, indicó que los responsables del atentado habrían fugado en una motocicleta y, por eso, las cámaras de seguridad de viviendas adyacentes serán chequeadas para analizar las características del vehículo.
Los cuerpos fueron envueltos en sábanas y trasladados hasta el Centro Forense de Manta para las necropsias de ley. Ayer fueron retirados y llevados hasta la capital manabita para sus honras fúnebres.