EL BAUTIZO
18 de septiembre del 2018. Los Almada Wilkins deciden bautizar a sus hijos María Guillermina y Gabriel Guillermo. Un mensaje al teléfono me decía que le gustaría que estuvuieramos presentes en un evento con un sentido espiritual muy profundo para ellos. Agregaba que, si no interfería con la hora del trabajo, les gustaría que esté allí, porque eso representaba mucho para él y su esposa Analía.
Lo primero que se vino a la cabeza fue ver a los directivos del Barcelona, a media plantilla y a los hinchas más aniñados de la ciudad. Un evento multitudinario en el que sería uno de tantos periodistas y que sería imposible siquiera entrar a la ceremonia en sí, sino que estaríamos lejos, tal vez desde afuera del lugar. Todo lo que había pensado se quebró cuando llegamos a la iglesia San Josemaría Escrivá. En el acto no hubo más de 15 personas.
Al final, la ceremonia terminó en su casa. Como buen uruguayo tenía un asado como Dios manda, de esos que vale la pena repetir. Una llamada del jefe de EXTRA para volver al diario a cerrar la nota hizo que la comida solo se la percibiera de lejos y nos conformáramos con el olor de las carnes cocinándose en las brasas.
Ese día nos enterábamos que en 2016 los árabes se querían llevar a Almada a Medio Oriente por varios millones. Y nosotros, al final, nos quedamos con un recuerdo que ahora sacamos de los archivos. También quedó sin hacerse realidad la intención de probar los asados a lo Almada. (JR)