¡LE HACE A LOS TRÍOS CON TRANS!
Prensa rosa del mundo tiene en el ‘ojo del huracán’ al galán de galanes venezolano.
La noticia de que el actor venezolano Fernando Carrillo habría estado involucrado en un trío sexual con su amigo Pedro Ferriz y la bella trans Renata Altamirano lo mantiene en el ojo del huracán de la prensa rosa internacional.
Carrillo decidió parar de manera rotunda la información expuesta por una revista de espectáculos mexicana.
“Es verdaderamente triste, insólito, lo que pasa en algunos medios de comunicación, lo irresponsable que son; lo vulnerables que somos los artistas ante medios de comunicaciones tan deplorables”, comentó Fernando respecto a la publicación.
“Es la gota que derramó el vaso”, continuó, negando completamente el hecho de que haya tenido relaciones con Pedro Ferriz Hijar.
El actor insistió que la información no es verídica: “No crean esta falsa nota, ni siquiera conozco a esos personajes con los que me involucran”.
ASÍ ESTALLÓ EL ESCÁNDALO
El escándalo se desató luego que una supuesta amiga de la mujer transexual explicó a la editorial que Pedro Ferriz Hijar había salido con Renata Altamirano desde hace unos meses y esa fue la razón por la cual el comunicador terminó su matrimonio con Alexandra, quien le encontró mensajes comprometedores con la transexual.
La supuesta fuente también reveló la identidad de la trans Renata: “Se llamaba Sajid Altamirano; ella siempre quiso transformarse en mujer, pero para su poca fortuna nació en una familia de pocos recursos y le era complicado comenzar con su tratamiento hormonal, sin embargo, poco a poco encontró la forma de cumplir su sueño de ser mujer”.
Respecto a cómo fue que se conocieron Pedro Ferriz Hijar y Renata Altamirano, la informante dijo que fue a través de Instagram, donde se empezaron a seguir, chatearon y, más tarde “él comenzó a pagarle por sus servicios sexuales”.
Aparentemente, según detalla la publicación, Renata sí sabía que estaba casado Pedro
Ferriz Hijar, pero no tuvo ningún inconveniente.
Según dice la supuesta amiga de Renata: “Él le pagaba los vuelos de la Ciudad de México a Tijuana y se quedaban de ver en algún hotel de la frontera para darle rienda suelta a la pasión, y aprovechar todo el dinero que gastaba en ella”.