¡Llueve a cántaros!
Moradores de Flor de Bastión no les queda otra alternativa que caminar en el lodo. Vehículos pagaron las consecuencias de la reciente lluvia
La guayaquileña Jessenia Mariscal no exagera cuando afirma que salir de su casa durante el invierno “debe hacerlo nadando”. Es la verdad, en los últimos días parece que ‘se hubiera roto el cielo’ en Guayaquil.
Desde hace 20 años, Jessenia habita en el bloque 8 de Flor de Bastión, noroeste de Guayaquil. Esta es una zona en la que en el invierno los moradores deben caminar encima del lodo.
En ocasiones, el agua le llega hasta el portal de su vivienda y si está de malas esta se inunda.
Los vecinos confirman lo que manifiesta la mujer y comentaron que hay veces que el agua les llega hasta las rodillas.
“Entre los vecinos bromeamos que por nuestra calle pasa el río Guayas cuando llueve torrencialmente. (Por eso) decidimos no salir de nuestras casas, más aún en las noches, para evitar alguna desgracia”, manifestó la entrevistada. Por ejemplo, la caída en un hueco.
La casa de Jessenia está rodeada de calles donde ‘se amasa barro’. Para evitar ir a su trabajo con los zapatos enlodados sale con unas chanclas y una funda. “Esperamos que algún día las autoridades se acuerden de nuestro sector. La maquinaria es desconocida en esta zona”, expresó.
DIFÍCIL MANEJAR
El morador Ricardo Gómez comentó que en el invierno deja su vehículo donde un familiar, porque corre el riesgo de quedarse atascado en la mitad de una calle repleta de barro.
“Del lodo nadie nos saca, porque ningún conductor se quiere arriesgar, solo dependemos de la voluntad de los vecinos”, enfatizó.
La realidad es que la fuerte lluvia que cayó la tarde del sábado último y la madrugada de ayer dejó a varios barrios en medio del agua.
Tramos de la avenida Juan Tanca Marengo (ciudadela Martha de Roldós), Las Aguas, José María Velasco Ibarra (Bellavista) y la vía principal de Pájaro Azul quedaron inundadas, lo que dificultó la circulación. De nada sirvió que conductores fueran con precaución, pues la humedad afectó los motores y los dejó en medio de alguna vía, obstaculizando el tráfico. La inundación también sorprendió a los moradores de las calles Pedro Pablo Gómez y la 11, suroeste de la ciudad. Según vecinos, el sector por lo general no se inunda.
El habitante Ismael López lamentó que los conductores insisten en no respetar el Pare que está ubicado en la esquina de la Pedro Pablo Gómez.
Un motociclista que circulaba la tarde del sábado por esa vía fue impactado por un auto, cuyo chofer se dio a la fuga. El golpe con un vehículo que estaba estacionado en una esquina salvó que el motorizado sufriera lesiones graves.
Todo esto son gajes del invierno
PEDIDO
Ciudadanos piden a Interagua que cumpla con la limpieza de los sumideros, tomando que estamos en pleno invierno.