“Solo coca y orgías”
Se encerraba por días en hoteles de ‘mala muerte’ para drogarse sin importarle nada más.
”Una vez se me paralizó la mitad de mi cuerpo por el abuso de drogas y de pastillas”.
“Cada vez que a mi WhatsApp me enviaban la clave ‘destrucción total’ sabía que esa noche con mis amigos de farándula, presentadores de televisión y tecnocumbieras, empezábamos una orgía de drogas y sexo de hasta cinco días seguidos”.
Así comenzó su relato Wilson Saud, El Vakerito. Y es que para cuando estaba en la cúspide su carrera en la televisión, hace unos diez años, la droga lo había sometido por completo. “Las reuniones eran en el departamento de un animador de farándula. Allí llegaban conocidos personajes de pantalla que, por respeto, no digo los nombres”, manifestó el personaje.
“Eran joditas extremas. En la mesa solo había coca y en el cuarto hacíamos orgías sexuales. Yo entraba, me tocaban, yo tocaba, pero al rato volvíamos a salir por más droga”, comentó.
El Vakerito dijo que solo permanecía cinco días porque ya no tenía más recursos, pero había otros que se quedaban hasta siete días seguidos. “Las drogas tenían el control de mi vida, era horroroso, solo pensaba en ellas al día siguiente”, afirmó.
HOTELES DE ‘MALA MUERTE’
Wilson dijo que pasaban los meses y no paraba el consumo. “Recuerdo que cada vez iba menos a las discotecas, pues solo pasaba metido en los baños. Un día me di cuenta de que podía ir a hoteles y encerrarme allí por días para consumir”, comentó. En un principio iba a hoteles buenos, pero empezaron a quejarse, así que terminó por ser cliente asiduo de hospedajes de ‘mala muerte’. Allí se quedaban ‘fríos’ y lo dejaban ‘hacer de las suyas’ todo lo que quisiera.
“Cuando llevaba rato en el asunto empezaba a ‘paniquearme’, me asustaba, vivía paranoico mirando debajo de la puerta y pensaba que todos me espiaban. Era espantoso”, recordó.
Luego descubrió que para no sufrir los estragos de la droga, que lo mantenían en alerta y sin dormir, comenzó a mezclar la droga con medicamentos para la ansiedad, entre ellos uno que lo calmaba y le producía sueño. “A veces mezclaba el estupefaciente con pastillas contra la disfunción eréctil para funcionar en la cama, pues la droga y el alcohol te producen un bajón sexual. No puedo creer como pude vivir así”, dijo.
AL BORDE DE LA MUERTE
Toda esa mezcla le pasó factura. “Cada vez que me drogaba sin parar se me dormía la mitad del cuerpo. La primera vez pensé que me iba a morir, pero luego no me importó”, aseguró.
Como ya sabía que esto le sucedía cuando usaba estimulantes por varios días seguidos en los hoteles solía amarrarse con una sábana la pierna y el brazo derecho para que no se le cayeran. “Es de no creer, pero es la verdad, así de espantosa era mi vida con la droga”.
Todo lo que ganaba, lo gastaba en estupefacientes. Una vez con un negocio hizo 10 mil dólares y en dos meses los acabó consumiendo. “Lo más triste es cuando quieres seguir y se te acaba la plata. Me desesperaba, no sabía qué hacer, fue entonces que empecé a hacer cosas que jamás imaginé”, dijo con rabia. “Mi vida era un infierno, pero seguía sin medir las consecuencias. Toqué fondo: robé, estafé y mendigué por las drogas”, sentenció.
¡LEA MAÑANA!
“Vi la muerte de cerca y toqué fondo. Así me liberé del vicio”