¡Le pesaba la conciencia!
La empleada de un local del centro comercial reveló que vio salir a Érick Ortega con una maleta negra. También dijo que durante el tiempo que permaneció en el negocio se la pasó durmiendo.
Después de que Érick Ortega Narváez saliera de la casa de su pareja, quien junto a su hijo yacían muertos sobre la cama, fue a atender el negocio de sus suegros.
Sin embargo, su actitud nerviosa y el cansancio que mostraba durante las casi tres horas que permaneció en el local anunciaba que algo no estaba bien en él.
Un equipo de este Diario acudió la mañana de ayer, al centro comercial donde funciona la tienda de ropa, propiedad de los padres de Adriana Camacho Bermúdez, quien la mañana del lunes, junto a su niño de 6 años, fue hallada muerta, en la ciudadela La Pradera, en el sur de Guayaquil.
Isabel (nombre protegido), una empleada de un local que funciona en el mall, reveló que vio llegar a Érick pasadas las 10:00 y que le pareció extraño porque llevaba puestas unas gafas oscuras y tenía apariencia de estar cansado.
“Apenas llegó se acostó en un asiento, dentro del local, estuvo acostado casi una hora, durante ese tiempo no se quitó las gafas. Seguramente le pesaba la conciencia por lo que había hecho”, comentó la joven.
La chica dijo que luego se paró, pero no atendió a nadie, incluso una persona que iba a ingresar, al verlo dormido, se retiró. “Casi a las 13:00 se marchó. Llevaba un bolso negro y se fue sin despedirse de nadie”.
La dependiente indicó que no tenía amistad con Érick, pero que cuando él llegaba o se iba tenía por costumbre saludar o despedirse moviendo la mano.
La joven también recordó que el domingo, Adriana llegó al local y Ortega la presentó como su esposa.
“Siento un gran aprecio por los padres de la señora fallecida. Ellos son personas amables y correctas, pero él nunca me dio confianza, en su mirada veía algo que no me agradaba, quizá fue instinto”, dijo la muchacha.
A Isabel le pareció extraño que el lunes Ortega cerrara el negocio temprano y que el martes no lo abrieran a la hora indicada.
“Siempre había alguien relevando, el local lo atendían los padres de la fallecida o su pareja”.
Por el dolor y el luto que atraviesa la familia Camacho Bermúdez no atendieron el negocio por tres días. Ayer reabrieron las puertas del local, pero en ellos se evidenciaba el pesar por la muerte de sus seres queridos.
Así opina
Tenemos información de familiares y amigos de que sí había maltrato. No existe denuncia de violencia intrafamiliar”.
TELMO BETANCOURT
Dinased