Se ratifica la pena a pastor evangélico
La sentencia del pastor Jonathan Carrillo se mantiene. Son 25 años de cárcel los que recibió el hombre acusado del secuestro con resultado de muerte de Juliana Campoverde.
Ayer, en la audiencia de apelación, realizada en una sala de la Corte Provincial de Pichincha, en Quito, un tribunal ratificó la condena en contra de procesado, además de aumentar las medidas de reparación integral en favor de la familia de la chica, vista por última vez el 7 de julio de 2012.
Para Elizabeth Rodríguez, madre de July, lo más importante es el compromiso de continuar con la búsqueda del cuerpo. Los jueces también dispusieron que la iglesia a la que pertenecía el pastor evangélico colocara una placa en el último sitio en el que la vieron con vida.
Ese día de julio, Campoverde se despidió de su madre en una gasolinera del sur de Quito. Iba al local de productos naturistas que regentaba. Nada más se supo de ella desde esa mañana. Pese a que en su testimonio Carrillo aseguró haber abandonado el cuerpo de la muchacha en una quebrada de Bellavista, en el norte de la urbe. Allí no se ha encontrado rastro de July.
“No la vamos a tener nunca a Juliana. Sabemos que ella fue asesinada... Lo único que queremos es encontrarla para tener en dónde llorar o rezar, es saber que está en un lugar”, precisó Absalón Campoverde, padre de la joven.