Diario Extra

¡‘HÉROES’ DEL COVID-19!

✓ Una de las profesiona­les decidió aislarse de su familia para evitar un posible contagio del virus. ✓ Solo puede ver a su hija una vez a la semana, pero no la abraza. ✓ Una especialis­ta de Quito asegura no tener miedo a la pandemia, pero exige que le e

- Babahoyo-Quito

La mayoría de las noches, Lourdes Zapata duerme sola en casa. Ella es enfermera, labora en el área de triaje del hospital del Seguro Social de Babahoyo, y decidió aislarse completame­nte de su familia desde que empezó la alerta por el coronaviru­s en el país.

Ella es madre de una niña, a quien ve solo una vez a la semana cuando tiene libre. Pero la pequeña ya no la recibe con abrazos como antes, debido al temor de un posible contagio.

A diario, Lourdes sale a las 05:00 de su vivienda, ubicada en el recinto Mata de Cacao, de la parroquia Febres Cordero.

Toma el bus que la lleva a la capital de la provincia de Los Ríos y luego al hospital donde labora. A su ingreso se cambia de ropa y se desinfecta con clorhexidi­na (sustancia antiséptic­a de acción bactericid­a y fungicida).

Se dirige a la carpa de triaje, donde todos los días, desde que se conoció sobre el primer caso importado, llegan personas con síntomas similares a los del coronaviru­s.

El atuendo protector que utiliza encima del uniforme la cubre hasta los ojos. También se coloca gafas transparen­tes, gorro, chaleco y mascarilla. Así debe permanecer, pese al intenso calor que se siente debajo de la carpa que instalaron al aire libre frente al área de emergencia.

Cuando su turno termina, Lourdes vuelve al edificio, se baña con clorhexidi­na y se dirige nuevamente a su domicilio.

A una distancia prudente y desde la ventana de la casa de su mamá, saluda con su pequeña, quien le pide que se acerque todos los días. “Es difícil, pero antes de aislarme lo hablamos en casa con mi esposo que es profesiona­l médico y el resto de la familia. Por surte él trabaja puertas adentro en una casa y nos vemos muy seguido, pero la que más sufre es mi hija”, contó la licenciada en enfermería.

A su niña solo le ha dicho que hay “muchos bichos” en el trabajo y por eso deben estar distantes. Pero en realidad el mayor temor de Lourdes es poner a su familia en riesgo ante el constante contacto con personas que tienen

síntomas gripales.

“En mi casa hay diabéticos, hipertenso­s y niños que son parte de la población más propensa a enfermarse. Por ello, yo, sin presentar ningún síntoma, decidí aislarme como una medida de prevención interna”, agregó.

Sin embargo, para que la situación no afecte tanto a su hija, destina uno de sus tres días libres a la semana para pasar con ella en casa. Antes de que la pequeña llegue, desinfecta cada rincón de su hogar y la espera para pasar juntas algunas horas.

Lourdes no sabe cuándo terminará la pandemia, pero confía en Dios y en que pronto pueda regresar a la normalidad. Hasta entonces seguirá ofreciendo charlas de prevención de contagio y tranquiliz­ando a pacientes que acuden preocupado­s a la consulta.

SIN MIEDO... Y SIN PROTECCIÓN

Gabriela (nombre protegido) atendió esta semana a dos pacientes sospechoso­s de coronaviru­s que al final dieron negativo. Ella es médico general graduada de la Universida­d Católica y labora en un hospital público del norte de Quito.

“No tengo miedo, me altera un poco el hecho de que no tenemos protección”, indicó.

La profesiona­l, quien también está constantem­ente en riesgo de contagio, dejó entrever que no tendrían buenas mascarilla­s y gafas. De hecho, dijo que han estado atendiendo a los posibles infectados solo con bata y no con trajes especiales de protección. “Esperamos tener muchas más garantías”, dijo.

Asegura haber tomado todas las medidas posibles de precaución porque, a pesar de estar expuesta al virus, no dejará de ejercer su profesión. “Esperamos que aún nos lleguen algunos equipos”, reiteró.

Ella y sus compañeros atienden en primera línea a los sospechoso­s de contagio de COVID19, en principio en una silla, de ahí los exámenes son más exhaustivo­s.

“Nosotros confiamos y pedimos al Ministerio (de Salud) que por favor también se pongan la camiseta como ellos nos han pedido. Somos seres humanos y necesitamo­s las garantías para estar expuestos a este virus”, enfatizó.

Gabriela, además, recomendó a los ciudadanos informarse de fuentes oficiales y seguir los lineamient­os de las autoridade­s, como evitar aglomeraci­ones en diferentes lugares.

28 CONTAGIADO­S con el virus, según informó el Ministerio de Salud.

fallecidos por COVID-19: dos en el país y uno en Italia.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ?? Fotos: Tatiana Ortiz-Ángelo Chamba / EXTRA ?? Los médicos y enfermeros se bañan con clorhexidi­na, una sustancia antiséptic­a, antes de salir del área de triaje del Hospital del Seguro Social de Babahoyo.
Fotos: Tatiana Ortiz-Ángelo Chamba / EXTRA Los médicos y enfermeros se bañan con clorhexidi­na, una sustancia antiséptic­a, antes de salir del área de triaje del Hospital del Seguro Social de Babahoyo.
 ??  ?? El hospital Eugenio Espejo, en Quito, es uno de los centros destinados para atender estos casos.
El hospital Eugenio Espejo, en Quito, es uno de los centros destinados para atender estos casos.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador