¡EL VALLE DEL OLVIDO!
✓ Una propuesta para separarse de la capital ha dejado en evidencia la “falta de atención” del Cabildo con cinco parroquias. Pero... los moradores no aprueban ser otro cantón.
No les preguntaron. Y tampoco tienen idea de cómo sería el valle de Tumbaco si llegara a concretarse una iniciativa adoptada por la Junta Cívica de separarse del Distrito Metropolitano de Quito.
Este Diario recorrió las cinco parroquias que conforman el valle: Tumbaco, Nayón, Puembo, Pifo y Cumbayá. Y hablaron los moradores: “Necesitamos más obras, pero no estaría de acuerdo con la separación”. Sin embargo, quienes están detrás de esta idea explicaron las razones.
Hace unas semanas, la Junta Cívica de Tumbaco hizo pública la intención de que este territorio, con más de 130.000 habitantes, sea un nuevo cantón de Pichincha. El número nueve. Pero... ¿por qué hacerlo?
LOS TRIBUTOS
Juan Fernando Serrano, presidente de la Junta Cívica, explicó que una de las motivaciones es la falta de atención del Municipio de Quito a estos sectores. Estas cinco parroquias aportan con al menos 14 millones de dólares solo en impuesto predial. “No hemos visto una equivalencia entre los tributos y las obras entregadas”, explicó.
La única solución para esta Junta es la cantonización, ya que los recursos que generen estos territorios se quedarían allí.
EXTRA solicitó información a la Administración del Municipio de la capital. Pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. Sí se conoció que hasta el 7 de febrero la recaudación del impuesto predial en toda la ciudad fue de 72 millones de dólares.
Mientras que la Administración Zonal de Tumbaco respondió lo siguiente:
— En Cumbayá se entregaron cuatro obras con una inversión de 396.646 dólares.
— En Pifo se hicieron cinco obras con 465.027 dólares. — En Puembo se invirtieron 272.280 dólares en dos obras.
— En Tumbaco se destinaron 513.935 dólares para cuatro obras.
En ningún caso se especifica qué tipo de obras. Solo el período: 2019.
“FALTA DE ATENCIÓN”
Serrano aseguró que la Junta Cívica se conformó con 14 personas alejadas de partidos políticos. Pero todas están “conscientes de la falta de atención municipal” hacia las cinco parroquias. “Creemos que un nuevo cantón en los valles acercará más a los ciudadanos y sus necesidades a un Municipio”.
Y aunque los moradores afirman que esta propuesta no ha sido socializada, el representante respondió que “recién” están difundiendo la propuesta y que han hecho una encuesta técnica en el territorio sobre el tema.
“No somos representantes de ninguna parroquia, la ley nos da la potestad de asociarnos como cualquier organización civil”. Por ello, desde el 30 de mayo de 2019 han trabajado en la propuesta.
NO TODOS LOS APOYAN
Walter Rojas, presidente del barrio San Marcos de Cumbayá y gestor cultural, afirmó que se enteró de la iniciativa por redes sociales. “Los habitantes elegimos presidentes de gobiernos parroquiales para que nos representen y aparecieron (ellos) diciendo que representan a las cinco parroquias”, dijo.
Según Rojas, ni la comunidad ni los actores culturales han tenido ningún contacto con quienes presentaron el proyecto. “No sabemos quiénes son (…) lo doloroso de esto es que nunca se han acercado”, expresó.
Para él, la iniciativa incluso podría tener intereses particulares y que se debería tomar en cuenta a parroquias como Yaruquí o Checa, ya que comparten orígenes e identidad. Cumbayá, por ejemplo, tiene 450 años de historia que ha compartido con el resto del territorio del valle de Tumbaco. “Además, no creo que a Nayón le guste llamarse Tumbaco”, explicó.
Con esto concuerda Marcelo Martínez, morador de la parroquia de Pifo. Su familia habita esta zona desde hace 150 años y ha visto cómo se ha modernizado con el paso de los años.
La noticia llegó a él por los medios de comunicación. “No nos han venido a preguntar si queremos o no ser parte de Quito”, respondió.
El hombre, de 60 años, es el último molinero de la zona y no está de acuerdo con la posibilidad de separación. “Tenemos necesidades, pero yo he visto presencia del Municipio acá, dijo.
La parroquia ha crecido vertiginosamente en las últimas décadas, sobre todo con las recientes migraciones –de Venezuela, por ejemplo– y separarse de la administración de la capital no sería una opción. “Estamos cerca y todo está organizado”, comentó Martínez.
De hecho, el Fondo de Salvamento del Municipio se encargó hace varios años de recuperar su casa que data del siglo XIX y es patrimonial.
PREOCUPACIÓN
Patricio Carrera, presidente del Gobierno Parroquial de Puembo, dijo que no están de acuerdo con la intención de separarse y tampoco con la forma en cómo la administración municipal se ha ocupado de las parroquias rurales.
Explicó que estos gobiernos son elegidos en las urnas en los comicios seccionales, el último realizado en 2019. “Estamos aquí por voto popular y ellos (los de la Junta Cívica) no tuvieron la decencia de convocarnos. La participación ciudadana es un derecho, pero no pueden autoproclamarse representantes”, enfatizó.
Sin embargo, Serrano afirmó que son ciudadanos que buscan socializar una propuesta que deberá seguir los pasos que la ley exige. “Los habitantes son los que decidirán”, explicó.
Pues no es tan fácil. Podría tardar meses e incluso años. Porque la única manera de que haya luz verde para que el valle deje de ser parte del Distrito Metropolitano de Quito es mediante una consulta popular.
Carrera concuerda con la premisa de la Junta Cívica de que los recursos asignados a estas parroquias no son los suficientes.
Según Carrera, el Cabildo le entrega anualmente 30 mil dólares y aparte 250 mil para obras de vialidad. Una de las necesidades que le urge a Puembo, por ejemplo, es el cambio de tuberías de alcantarillado. “Todavía son de asbesto y cemento”, comentó.
Muchos sectores de Puembo aún no tienen alcantarillado ni trazado vial. “Lo que se ha logrado hacer ha tenido inversión público–privada”, reiteró.
Serrano se mantiene en que no son “separatistas”. Y que los miembros de la Junta están abiertos al diálogo y a responder las inquietudes de los presidentes y moradores.
FRENO EN SECO
El pasado 4 de marzo, Jorge Yunda, alcalde de Quito, presentó el Estatuto Autonómico de Quito, que sería como la Constitución de la capital, en la que se plantea que el territorio capitalino sea indivisible.
Lo que sí permitiría es la descentralización de la administración municipal. De aprobarse, habría concejos zonales y cada uno tendría un alcalde, aunque no se sabe si tendrían las mismas jurisdicciones de las actuales Administraciones Zonales.
El día de la presentación de dicho estatuto, Fernando Carrión, asesor externo del Municipio, explicó que cada una de estas ‘minialcaldías’ manejarían el 10% del presupuesto de la ciudad. Entre sus competencias estarían: la elaboración de planes de desarrollo y presupuesto, representación legal del Gobierno Zonal, proponer un modelo de gestión administrativa, entre otros.
De todas maneras, ambas propuestas deberán ser aprobadas mediante consulta popular a los habitantes, proceso que podría llevarse a cabo en las elecciones de 2021.
14 MILLONES de dólares aportarían estas parroquias en Impuesto Predial, según la Junta Cívica.
EL DATO
Según la Administración Zonal de Tumbaco, se destinó 1’047.888 de dólares a obras en el valle.