San Roque, sin puestos en la calle
Algunos vecinos de San Roque entregaban gaseosas a los uniformados que aún hacían guardia en la calle Loja, junto al mercado. Era una forma de agradecimiento.
La madrugada de ayer, aproximadamente 300 agentes, entre personal de la Policía Nacional, metropolitanos, bomberos, Agencia Metropolitana de Control y Fuerzas
Armadas, retiraron las estructuras de 500 puestos de venta irregular.
Según Sandy Campaña, administradora de la Zona Centro, la semana pasada se realizó un acercamiento con los comerciantes, puesto que no se respetaban las medidas de restricción para contener la propagación del COVID-19.
“Todavía había aglomeraciones de gente haciendo compras y las mismas familias de los vendedores”, explicó.
Durante la jornada, según la funcionaria, se pudo constatar que el sitio era un foco de insalubridad, pues estaba lleno de roedores.
Este espacio estuvo ocupado desde hace aproximadamente 50 años, aunque hubo un intento de desalojo en 1998, que no se concretó sino hasta ayer.
Durante toda la mañana, el Municipio de Quito retiró los escombros de las casetas, se hicieron labores de hidrolavado y de desinfección. Aun así el mal olor no se iba.
Para los moradores, que por miedo a represalias prefirieron no identificarse, las ventas informales significaban para el barrio un foco de inseguridad. “Había robos, venta de droga. Se le acercaban nomás a que uno escoja de cuál quiere”, contó un vecino.
Según Campaña esta acción estaba contemplada como parte de la recuperación de los espacios públicos, pero se la tuvo que acelerar por la emergencia sanitaria.
“Hacer de un lugar público una propiedad privada es ilegal”, explicó.