SIN MONEY NO HAY PARAÍSO
Encerrados para evitar contagiarse del mortal virus, los compatriotas aseguran que “la pandemia está acabando con nuestras vidas y con la economía del mundo”.
Hace 23 años, el ecuatoriano Fernando Guevara Sánchez viajó a los Estados Unidos en busca de mejores días. Se radicó en la ciudad que nunca duerme, Nueva York, pero que ahora se acuesta con miedo desde que el COVID-19 aterrizó en este territorio, que acoge a más de 8 millones de habitantes.
Desde el 16 de marzo pasado, la Gran Manzana fue declarada como zona de desastre y ahora sus calles son ocupadas por policías y militares, algo similar a lo que ocurre desde ayer en la provincia del Guayas, especialmente en Guayaquil.
Estados Unidos es el tercer país con más afectados por este virus (más de 46 mil), superando a España (más de 33 mil) y solo por debajo de Italia (63 mil) y China (81 mil). Solo en Nueva York hay 20.875 infectados.
Fernando está asombrado de que esta pandemia ‘congelara’ al país donde reside junto con su esposa y sus tres hijos. “Es la nación más poderosa del mundo, recuerdo que durante el ataque a las Torres Gemelas (2001), las personas se consolaban y se daban aliento. Sin embargo, ahora el enemigo es microscópico y el contacto físico puede ser peligroso y mortal”, dijo el guayaquileño.
Esto le ha cambiado la vida. Ahora ve a sus dos hijos mayores trabajar con una computadora en la sala de su casa, mientras que su pareja recibe clases de idiomas vía online.
“Los centros educativos de todo el país han cerrado sus puertas, contrario a mis hijos, no puedo trabajar desde casa porque hago expreso escolar. El carro permanece parqueado. La situación es difícil para todos, incluso para quienes trabajan en restaurantes, centros comerciales que han tenido que cerrar. La pandemia está acabando con nuestras vidas y con la economía del mundo”, señaló preocupado.
CALIFORNIA, TAMBIÉN EN CUARENTENA
Lo mismo ocurre con Fernanda Ávila, otra compatriota que junto con su esposo y sus dos hijos residen en California, el segundo estado con mayores casos de contagio de coronavirus (1.800).
Desde el 13 de marzo pasado, California está en cuarentena y esto ha obligado a todos sus habitantes a permanecer encerrados en sus casas.
“Las actividades se han paralizado, ya no podemos salir de nuestros hogares, mi esposo y yo hemos dejado de trabajar y mis hijos ahora reciben clases por internet. Es preocupante porque si no trabajamos no tenemos dinero y aún no se resuelve la ayuda que nos dará el Gobierno por la crisis”, sostuvo Fernanda.
La también guayaquileña, quien reside hace 17 años en esa
nación, indicó que la situación para los hispanos no es fácil, ya que muchos viven del día a día.
“Es triste no poder llevar nuestras vidas cotidianas; dejaba a mis niños en la escuela y me iba a trabajar, los fines de semana me reunía con mis amigas, todo ha cambiado”, aseguró.
Y entre esas traumáticas alteraciones les informaron que solo un miembro de la familia puede salir a realizar compras en los supermercados y farmacias, como en Ecuador y la mayoría de países que ha tomado medidas de emergencia sanitaria. El resto debe permanecer en casa para no exponerse al contagio.
EN NUEVA JERSEY TRABAJAN A MEDIAS
Pese a los aproximadamente 2.000 infectados y 21 muertos, el estado de Nueva Jersey aún no entra en cuarentena. Por eso el ecuatoriano Somers Payne Valdez y su padre Nelson Payne aún gozan de algo de libertad.
Sin embargo, Somers explicó que la presencia del virus ha reducido sus horas de trabajo y como efecto sus ingresos económicos. “En la lavandería donde trabajo nadie puede quedarse a doblar su ropa para evitar alguna contaminación, incluso se sacaron las sillas donde la gente esperaba”, contó la joven.
En Nueva Jersey muchas personas se han quedado sin trabajo, porque ahora los negocios cierran temprano, relató la compatriota, quien lleva más de una década en la ‘Yoni’.
También le preocupa que en EE. UU., como en Ecuador, existe escasez de mascarillas en farmacias, supermercados e incluso cuando se las solicita por internet.
La incertidumbre y preocupación por la salud y economía no es exclusividad de quienes viven en Ecuador. Los compatriotas que radican en Estados Unidos también la pasan mal. Y solo les queda, al igual que en los 174 países donde el coronavirus ha causado más de 16 mil muertes, que esta pesadilla pase pronto y volver a salir al mundo.
DE CHUPA
Las licorerías de Nueva York fueron declaradas comercios “esenciales” la semana pasada por el gobierno estatal, lo cual garantiza que permanecerán abiertas.