Un virus que ataca en el encierro: la violencia
Abogadas ofrecen asesoría legal para las mujeres que sufran de maltrato durante el confinamiento. También pueden denunciar al ECU-911 para evidenciar a su agresor. Fiscal solicita patrullajes. Convivir con el agresor
En las redes sociales –así como se han ofertado consultas médicas o comida a domicilio– también ha habido quienes están atentos a la violencia de género.
Mayra Lana, abogada penalista, puso a disposición sus servicios para emergencias legales. “Estamos atendiendo casos de delitos flagrantes y violencia de género por medio de esta red social, por favor ayuda con difusión”, escribió en su perfil hace dos días. Hasta ahora dos mujeres se han comunicado con ella.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2019 se registró que el 64,9% de mujeres a nivel nacional han sufrido violencia psicológica, sexual, física y patrimonial.
Para Mayra Soria, fiscal de Género, la cuarentena es el caldo de cultivo para la violencia. “Solo en el contexto del aislamiento se registraron tres femicidios entre Latinoamérica y España, que son los más cercanos a nuestra realidad”, dijo.
Entonces, el no poder salir de casa para las víctimas de violencia es una factor en su contra, según Soria y Lana.
LAS DENUNCIAS
Soria afirmó que la violencia de género es una de las mayores preocupaciones de la Fiscalía, pues por las restricciones de movilidad en todo el país habrá quienes no puedan o no se atrevan a levantar una denuncia.
Mayra Lana especificó que por ahora recoge los testimonios de las víctimas y que apenas pase la emergencia se colocarán las denuncias respectivas. “Son violencias psicológicas que no califican en flagrancia, deberá haber una instrucción fiscal”, agregó.
Las mujeres –ambas en el norte de Quito– le contaron que no aguantan el encierro con sus parejas. Una de ellas ha visto cómo convivir con su agresor incluso lo ha vuelto más violento.
La otra víctima tiene miedo por lo que les pueda pasar a sus dos hijas, quienes serían las víctimas directas de su pareja.
CORRESPONSABILIDAD
Mayra Soria afirmó que los protocolos de violencia de género siguen en pie, es decir que las mujeres pueden hacer sus respectivas denuncias, más aún si el maltrato es un delito flagrante. “Pueden llamar al 911, los casos se siguen atendiendo”, explicó.
Esto es una corresponsabilidad de la víctima (al evidenciar al agresor), la policía (que está en la obligación de atenderla) y la sociedad en general. “Puede haber casos que esté realmente incomunicada, un vecino puede ayudarla”, agregó la fiscal.
Además los agentes, a decir de Soria, deberían estar alertas cuando una mujer está en la calle, pues no necesariamente estaría inf r i ngiendo las r e s t r i c c i ones, sino que pudo haber escapado de su agresor.
“Los niños también sufren, pues son testigos todo el día del maltrato a sus madres”, explicó.
Según Mayra Lana, la tónica del maltrato aumenta en el aislamiento. “Si entre personas que se respetan puede haber roces, no se diga en un hogar donde ya no hay cariño y solo una relación de poder”, explicó.
Para Emilia Vallejo, psicóloga, el encierro y la separación recrudecen la violencia intrafamiliar.
Esto se agrava con la normalización de estas situaciones, pero sobre todo con el estrés generado por la incertidumbre económica. “Hay que tener en cuenta que el teletrabajo y atender a los hijos, la comida, pueden generar roces”, afirmó.
Si en una familia existe violencia psicológica puede avanzar a la violencia física.
“Es importante que denuncien, no sabemos hasta cuándo debemos estar encerrados”, con
cluyó.