Diario Extra

¡La cuarentena les ‘voló’ la barba!

Ambos sorprendie­ron a sus parientes con este cambio, luego de varios años luciendo vello facial. Una de las razones que tuvieron fue la de protegerse del coronaviru­s. Un médico explica si la barba afecta o no al contagio.

- Miguel Párraga / Guayaquil

Para ‘matar’ el aburrimien­to de la cuarentena, Francisco Romero desafió a sus amigos en redes sociales el domingo. Prometió rasurarse la barba si 100 personas le daban ‘like’ a esa publicació­n.

En casi dos horas sus contactos cumplieron el reto. Al joven, de 23 años, no le quedó más que cumplir su palabra. “También me animó que no iban a verme sin mi barba por el encierro y que pueda dejarla crecer otra vez hasta cuando salga”, cuenta.

Francisco cogió su celular y fue hacia el baño de su casa. Frente al espejo se tomó una foto antes de agarrar la afeitadora y ‘volarse’ el vello facial.

Grabó una parte de la afeitada y cuando terminó se tomó otra foto que refleje el cambio. Esas evidencias las subió a sus redes para honrar su promesa.

Enseguida le ‘llovieron’ comentario­s buenos y malos. Pero lo importante era cumplir, aunque admite que una vez que acabe el aislamient­o en su hogar se dejará crecer la barba nuevamente.

Sin embargo, Francisco aclara que aquel arrebato de cambiar su apariencia no fue únicamente por diversión. “La barba me molestaba al usar mascarilla, me daba picazón y no me quería rascar para evitar el contagio”, explica.

Eso también lo impulsó a desaparece­r su barba, la cual mantuvo por tres años. Además, es un aspecto de higiene, dice, pues en esta época el coronaviru­s se ‘pasea’ en el país.

¿VERDAD O ‘CUENTO’?

Como Francisco, otros usuarios de redes sociales también hicieron lo mismo. Temen que la barba sea una puerta de entrada al cuerpo para el virus.

Según el médico epidemiólo­go Mario Alberto Paredes, el problema radica en que la mascarilla no se ajusta bien a la piel al tener barba. “Eso podría permitir el ingreso de alguna bacteria”, cita el experto.

Aclara que es un tema más de espacio físico, ya que la barba le resta lugar al protector para que entre en contacto con la cara.

NOMINÓ A SU HIJO

Desde que se anunció el primer caso de coronaviru­s en Ecuador, el pasado 29 de febrero, Xavier Loor evitó ir a la peluquería para que le den forma al contorno de su barba, la cual lució por cuatro años. No quería salir y exponerse a un contagio.

De paso, las máquinas de afeitar que tiene en casa se le dañaron. Entonces le empezó a rondar en la cabeza la idea de rasurarse.

No le dijo ni a su esposa ni a sus dos hijos lo que pensaba hacer. Simplement­e el lunes por la mañana se afeitó sin pensarlo.

“Lo hice para pasar un rato diferente en esta cuarentena y dejar respirar la cara después de tantos años, ¡hace tiempo que no veía mi rostro por completo!”, dice entre risas.

Su familia al verlo no lo podía creer. “Mi hija no se dio cuenta hasta después de dos horas que me dijo, ¿te hiciste algo en la cara? Mi hijo (de 17 años) tiene barba desde los 15 y le propuse el reto para que también lo haga”, recuerda.

A este padre de familia, de 41 años, también lo motivó el hecho de cuidarse más ante esta epidemia global, pues refiere que es el único que sale de casa a comprar los productos de primera necesidad.

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Fotos: Cortesía e imagen referencia­l Francisco Romero perdió un reto en las redes sociales y tuvo que rasurarse la barba.

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