¡‘CAMELLAN’ BIOSEGUROS!
LA CONSTRUCCIÓN DA EJEMPLO DE QUÉ HACER
✓ Aplicación de protocolos les significa un gasto adicional, pero es la única forma de volver al trabajo. Más de 300 obras se retoman a nivel nacional.
El impacto ha sido positivo por parte de los obreros, pues se han ido adaptando a esta nueva realidad”. STALIN CASCO Responsable de obra
Considero que es un momento en el que todos debemos aportar para evitar la propagación del COVID-19”. MIGUEL VALERO Obrero
Además de controlar el portón, el guardia Vicente Calderón inspecciona que los trabajadores de una obra en construcción ubicada en la avenida León Febres Cordero (La Aurora) ingresen con guantes y mascarilla. Luego verifica la temperatura del cuerpo con la ayuda de un dispositivo en forma de pistola.
Es el primer filtro de bioseguridad que se aplica en el sitio para evitar una posible propagación del COVID-19. El proceso se complementa con dos rociados de desinfección, una charla de inducción; así como la dotación de chalecos y casco.
Para este proyecto inmobiliario denominado Millenium Towers no estaba en sus planes la aplicación de protocolos que eviten contagios, pues iniciaron las labores hace más de un año. Aquello representa un costo adicional.
Pero su representante, Pablo Campana, prefiere tomarla como una medida indispensable. “Hay que pensar con mucho humanismo, pues el objetivo es salvaguardar la vida de los trabajadores y de su entorno, además que aportamos en la baja de la curva del coronavirus”.
El empresario mira con optimismo la reactivación paulatina del sector de la construcción, que hasta el momento a nivel país se habla de unas 300 obras. “De esa manera poco a poco se va dinamizando la economía y con ello la reactivación del empleo”.
En un recorrido por el centro y norte de Guayaquil, un equipo de Diario EXTRA observó que poco a poco se retoman las labores en construcciones, donde el protocolo de bioseguridad es un requisito indispensable.
Es el caso de la remodelación del edificio de una entidad bancaria, situado en las avenidas Francisco de Orellana y Agustín Freire. Por los horarios establecidos por la crisis sanitaria, los operarios prevén culminar en dos meses.
Lo mismo acontece con las obras públicas. El Municipio ejecuta labores en calles y puentes.
Hay otras construcciones que tienen pendientes su reinicio, como el Proyecto Delta, propuesta urbanística ubicada en los exteriores de la ciudadela universitaria y que debería estar lista en agosto próximo.
La reactivación paulatina del sector de la construcción mantiene en expectativa a los pequeños negocios que dependen de las obras, uno de los más golpeados con la emergencia sanitaria.
Los que decidieron no darse por vencidos buscan estrategias para captar la atención de clientes. También deben contar con un plan de bioseguridad.
Por ejemplo, en el local de Diego Fuentes, ubicado en la avenida Machala, es obligación de los usuarios y trabajadores el uso de mascarilla. Toda persona que ingresa es rociada con un preparado de alcohol.
300 OBRAS
se han reactivado hasta el
momento en el país.