¡Regresó ‘papelito’!
Su esposa tiene miedo a represalias, pero él asegura que pone su vida en manos de Dios.
Para precautelar la seguridad de los ciudadanos y cumplir con sus funciones, en sus siete años como policía nacional, Darío José Sánchez Guilcapi ha prevenido la comisión de delitos y atrapado a delincuentes, pero el pasado 19 de mayo un operativo de control, ante la emergencia sanitaria por COVID-19, puso en riesgo su vida.
Hoy, seis días después del suceso que fue viralizado en redes sociales, el cabo segundo de Policía cuenta a EXTRA qué ocurrió aquella mañana en la que fue arrollado por un carro, cuyo conductor se negó a detenerse.
A las 10:00 del pasado sábado, luego de tres días de descanso médico, el uniformado de 28 años regresó a cumplir con sus labores en una unidad de la Policía del centro de Guayaquil.
De casa salió con la bendición de su cónyuge y de sus dos hijos. “Mi esposa siente un poco de miedo, piensa que pueden tomar represalias porque el hombre que detuvimos llevaba droga oculta en el tablero del vehículo, pero yo amo lo que hago, ser policía era mi sueño desde que era niño y por eso regreso a trabajar con fe de que Dios me va a librar de todo mal”, relató el agente.
ASÍ FUE EL INCIDENTE
En grabación hecha con un celular se observa al uniformado ser embestido por el automotor, luego pararse y acercarse al conductor e incluso lanzar varias patadas en los vidrios del carro que lo impactó.
“En ese momento la adrenalina y el coraje se apoderaron de mí y pese al dolor que sentía en mi pierna (derecha) por el impacto, reaccioné así, porque este ciudadano estuvo a punto de matarme. No solo yo pude haber sido el afectado, sino mis compañeros y personas que pasaban”.
Explicó que ese día realizaban un registro a vehículos, cuando observaron que un carro, por el último dígito de la placa su movilidad no estaba permitida, pero más les llamó la atención que llevara vidrios polarizados y fue por eso que lo pararon. “El hombre no tenía salvoconducto y le pedimos que nos acompañe a un retén de verificación”, manifestó. Recordó que él iba delante del automotor, mientras que otros tres motorizados escoltaban al sospechoso. “El individuo se metió en contravía, no respetó la luz del semáforo, ni la señal de Pare, tampoco le importó que pudo atropellar a alguien o provocar un accidente, cuando lo paramos en las calles Washington y Chambers (sur), descendí de la moto y le dije que se baje y se tranquilice, pero su acción fue arrollarme”.
Desde el mediodía del sábado, Darío retornó a su patrullaje en las calles del Puerto Principal, para vigilar que se cumplan las normas y luchar contra la delincuencia.
EVIDENCIA
Al implicado, Miguel Ángel Mosquera, se le encontró dentro del vehículo 115 sobres de
cocaína.