¡EXTRAñando el pasado!
En julio nos llenaremos de nostalgia al ver los estadios vacíos, los festejos un poco fríos y no saludarnos con las manos. El coronavirus lo cambió todo.
El fútbol volvió, pero no es como el de antes. No como el que se vivió hasta el 14 de marzo pasado, cuando se suspendió la LigaPro por el COVID-19.
Lo bueno es que estamos de vuelta al estadio, pero sin ir al estadio. Todo es raro. Es domingo y el Monumental de Barcelona tiene apenas 130 personas, luce desolado. Nadie está agrupado, solo cuando van a cobrar un tiro libre.
Hay 35 personas entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes del Ídolo; la misma cantidad llegaron con el Olmedo, y otros 20 de GolTV que transmite el partido. Unos 30 comunicadores entre fotógrafos en cancha que fueron seleccionados previamente y les hicieron el examen de coronavirus; el resto de comunicadores desde el palco de prensa.
Unos 20 miembros de seguridad entre policías y guardias, y fuera del estadio hay pocas personas que venden camisetas no originales del equipo, pero solo para los que pasan por la avenida Barcelona.
Hay guardias de seguridad en ciertas gradas.
Al punto...
LA NO presencia de público, el uso de las mascarillas, ya no habrá besitos a la pelota y festejos sin abrazos será la moda desde julio en Ecuador.
Estamos de regreso, pero no es igual. A la pelota le han dado un baño con gel desinfectante.
SALUDOS DESDE LEJOS
Nadie se ha dado la mano con los demás, no es que están molestos, están respetando el protocolo sanitario.
Las mascotas son cosas del pasado, puede que vuelvan en el torneo 2021, pero eso no depende de la LigaPro, todo es cuestión de que el COVID-19 se apacigüe.
Los árbitros salieron a un costado de los equipos. Ya en cancha, los jugadores se saludan a distancia, uno que otro ha ‘chocado’ los codos.
Ya nadie besa la pelota y los argentinos y uruguayos tampoco saludan con un besito a sus coterráneos.
GOLAZO Y NADIE GRITÓ
La vuelta del Barcelona es con gol de Fidel Martínez. El delantero amarillo levantó las manos y luego señaló a las gradas y simuló que los estaba abrazando, era un homenaje a los hinchas, los grandes ausentes del fútbol en la mitad del 2020.
Así es el torneo de ahora, sin quienes disfruten en vivo y en directo los goles.
A un costado de la cancha, Fabián Bustos comienza a dar instrucciones, está que grita y esto ahora sí lo escucha Javier Burrai, quien ha regresado a las canchas, pero esta solo, detrás de las mallas no hay nadie, hasta escucha el sonido de las cámaras de los fotógrafos.
CON MASCARILLA
Termina el partido y lo primero que hace el DT Fabián Bustos es buscar en su bolso la mascarilla de color negro con amarillo. Su etapa de estar sin el tapaboca ha t erminado, solo lo podía hacer mientras dure el partido y en la zona técnica.
Ahora es uno más de los que no se les ve la boca. Va a dar la rueda de prensa, pero ahora es diferente. El saludo con los periodistas es de lejos y la distancia de los micrófonos es muy distante.
Nadie intercambia la camiseta en la cancha, muchos lo harán fuera del estadio, sin levantar sospechas de los árbitros.
Todos los jugadores que actuaron y los árbitros van al camerino a bañarse y buscar las mascarillas.
FUERA DEL ESTADIO
En la parte posterior del Monumental se vive un ambiente desolado. Pocos policías y unos cuantos vendedores que han venido a ofrecer sus camisetas a las personas que pasan por ahí. Aquí la moda del ‘para llevar’ sigue funcionando. A un costado hay personas que viven fuera de Guayaquil, han venido a tomarse la foto en el estadio, como un recuerdo.
Mientras que a un lado está la Madrina, sí, ella, la señora que te vendía el arroz con guatallarín ha venido para ver si era verdad que la gente no está llegando al estadio. Se va triste, porque el negocio que cada fin de semana lo hacía entre el Monumental y el Capwell es historia, el COVID19 la dejó sin buena parte del dinero que llevaba a casa.
Al fútbol ahora le falta cierta alegría. Habrá que esperar a que el virus ‘se modere’. No queda más.
22
DE JUNIO
LigaPro definirá si se juega con el mismo sistema o con dos
regionales.