Investigando los sobreprecios
El hecho de que nada menos que el Municipio de Quito y la Prefectura del Guayas estén inmersos en el gran escándalo que se ha dado con la compra de insumos médicos para hacer frente a la pandemia del COVID-19, con supuestos sobreprecios y hasta con la participación de empresas fantasmas, marcaría el grado de corrupción al que hemos llegado en nuestro país con antecedentes que datan de hace algunos años, especialmente durante el régimen anterior al gozar de una bonanza económica por el alto precio que alcanzó el barril del crudo.
Tras los allanamientos de las dependencias del IESS, de la Policía y de los organismos seccionales, la Fiscalía General, la Corte de Justicia y la Policía Nacional han designado a cuatro fiscales provinciales para que lleven a cabo las investigaciones pertinentes y determinar así el monto de las pérdidas sufridas por el Estado con esos sucios negociados.
Además, se investiga a altos personeros de las instituciones en las cuales se han producido estos supuestos negociados, entre ellos alcaldes y prefectos de varias ciudades y provincias del país, llevándose a cabo de forma sorpresiva los arrestos del prefecto del Guayas, Carlos Luis Morales, y del expresidente Abdalá Bucaram, en cuyas residencias se encontraron presuntas pruebas que los inculparían en los negociados que se investiga.