¡‘PERRA’ VIDA!
Primero lo ‘botaron’ del trabajo por la pandemia y luego un pitbull intentó morder a su esposa y terminó apuñalado supuestamente por el dueño del animal.
Jorge Oscurio tuvo varias heridas en el pecho y espalda luego de un supuesto enfrentamiento con un extranjero. Y aunque ambos resultaron afectados, él no sobrevivió.
El hombre, de 25 años, su esposa Karla y su hijo caminaban hacia la casa de un pariente en Santa Anita, en el sur de Quito, luego de salir de un compromiso social a las 23:30 del sábado pasado.
La mujer contó a la policía que un perro de raza pitbull salió de un local de salchipapas y la atacó. Entonces su marido, por defenderla, al parecer hirió al animal con un cuchillo.
Enseguida, el dueño del can salió del local para reclamarle y junto a otros dos extranjeros habrían agredido a Jorge, quien en medio de la trifulca se desplomó en la vereda de las calles Serapio Japerabi y Miguel Pontón.
La víctima fue llevada de emergencia al Hospital Enrique Garcés, en el sur de la ciudad. Pero por la gravedad de sus heridas falleció.
Ayer en la morgue, los primos de Jorge no entendían bien lo ocurrido, solo se enteraron de que uno de los sospechosos había sido detenido. “Sabemos que otro se dio a la fuga y estamos esperando la audiencia”, comentó uno de los familiares del occiso.
El supuesto agresor, con 29 años y de nacionalidad venezolana, fue retenido por las personas que estaban presentes en la riña y lo entregaron alas autoridades para su aprehensión. También estaba herido, pero la policía confirmó que se encontraba estable.
LA DESGRACIA
La situación de la familia Oscurio no era fácil durante las últimas semanas, pues, según sus familiares, Jorge fue uno de los miles de trabajadores despedidos en el marco de la emergencia sanitaria.
“Solo sabemos que hace poco trabajaba como empleado privado”, dijeron los primos.
Por ahora se investiga un posible delito de homicidio por arma blanca.
LAS CLAVES
1. Víctima.
Quiteño, de 25 años, padre de un niño de tres años.
2. Sospechoso
Venezolano residente en Quito, de 29 años.
3. Empleo
La víctima perdió su empleo en una empresa privada en el contexto de la pandemia del COVID-19.