“DE DÍA VIVIRÉ...” ¡CON LA CARA ROTA!
LLEVA 5 MESES FRACTURADO Y NADIE LO OPERA
✓ Anthony Macas daba la vida por Barcelona, pero tras sobrevivir al accidente de tránsito que un grupo de hinchas sufrió en Perú, en febrero pasado, no quiere saber nada del Ídolo.
✓ El lado derecho de su rostro está fragmentado en varias partes, lo que le causa dolor hasta para dormir. Debido a la emergencia sanitaria no ha podido ser intervenido.
✓ Un médico cirujano que revisó la única radiografía que le tomaron al joven cree que las lesiones deben estar consolidadas, pero en otra posición. Si no es atendido a tiempo puede tener problemas en su movilidad ocular y mordida, así como una afección neurológica.
Anthony Macas daba la vida por Barcelona. Al menos, eso creyó hasta que estuvo a punto de perderla el pasado 15 de febrero. Él fue uno de los 40 hinchas del club que viajaron en bus hasta Perú para ver el partido frente a Sporting Cristal, por la Copa Libertadores. En su retorno al Ecuador, el vehículo cayó 15 metros a un abismo a 20 minutos de Máncora.
Siete fanáticos fallecieron, más de 30 resultaron heridos, entre ellos Anthony, quien asegura que a más de cinco meses del incidente, no recibe ni atención médica ni apoyo del Ídolo.
El joven, de 20 años, fue uno de los más afectados. Una fotografía suya, ensangrentado y polvoriento sobre una camilla le recuerda lo que pasó, porque en su mente, las escenas de se día se difuminan.
Tuvo fracturas en su brazo izquierdo, sus pulmones se llenaron de sangre y tiene la parte derecha de su rostro fracturada en diferentes áreas. Eso hace que le cueste articular palabras porque su mandíbula inferior está partida en dos. Necesitaba una operación de reconstrucción que aún no llega.
Con su voz entrecortada por el dolor, cuenta que luego del accidente fue trasladado hasta un hospital en
Perú, donde solo le reconstruyeron el brazo y le drenaron la sangre del pecho. En esa casa de salud lo derivaron al hospital Abel Gilbert Pontón, en Guayaquil, donde arribó el pasado 5 de marzo.
En ese lugar, explicó, le gestionaron los trámites para la operación de su rostro, pero diez días después fue declarada la emergencia sanitaria en el país para evitar la propagación del coronavirus. Le enviaron analgésicos para mitigar el dolor y desde entonces, lo último que supieron fue que no lo podrían operar allí, según contó Andrea Macas, hermana de Anthony.
La joven comentó que entiende que por la pandemia, la operación de su hermano se haya pospuesto, pero aseguró que acudió al hospital el pasado martes 21 y le anunciaron que su operación no podría realizarse en dicha casa de salud, sino que sería trasladado hasta otra casa de salud. Sin embargo, aseguró que no les dieron ningún documento con el cual pudiera ser derivado.
EXTRA se comunicó con el Departamento de Comunicación del hospital Abel Gilbert Pontón, donde explicaron que el motivo del traslado es porque en dicha institución no se realizan operaciones maxilofaciales, que es la que necesita el joven.
Lo único que pide Anthony es que lo atiendan lo más pronto posible, porque no cuenta con los recursos económicos para operarse de forma privada. Lamenta que hayan tenido que pasar cinco meses para que le notificasen que allí no lo pueden intervenir.
Explicó que los analgésicos que toma ya no son suficientes para controlar su dolor. Desde que pasó el incidente, se desvinculó del que fue el equipo de sus amores porque, lamenta, no recibió ningún tipo de respaldo del club.
Luiggi Macchiavelo, vocero oficial de Barcelona, detalló que el equipo sí brindó ayuda a los afectados cuando ocurrió el incidente. “Entenderá que para el club en su situación es complicado ayudar a todos. BSC (Barcelona Sporting Club) no organizó el viaje de hinchas. Sin embargo, nos sentimos moralmente obligados en ayudar”, comentó.
LAS SECUELAS
Luis Medina, médico cirujano oral y maxilofacial, comentó a EXTRA que no puede realizar una valoración exacta de Anthony hasta analizarlo personalmente y ver una radiografía actualizada de su rostro.
Según el muchacho, la única placa que le sacaron fue en Perú. Medina reiteró que esa toma ya no sirve, porque han pasado más de cinco meses del accidente y “actualmente debe tener consolidadas las fracturas, en otra posición. Puede estar afectada la órbita y la zona del malar, la parte oclusal (dental). Entonces necesitaríamos ver al paciente, y además hacer nuevos estudios de imágenes para llegar a una conclusión adecuada y evitar errores. Ya no es una emergencia, esto ya es una secuela del accidente y hay que tratarla como tal”.
Medina precisó que si el tiempo continúa pasando sin recibir atención médica, las secuelas que puede tener son funcionales, es decir, que la movilidad ocular puede estar afectada, provocan
do visión doble y, por consecuencia, no poder realizar sus labores cotidianas o desarrollar su vida normal.
Su mordida puede estar afectada por las fracturas, limitando la correcta masticación de las comidas y provocando dolor. Algo que corroboró Anthony, a quien se le dificulta ingerir alimentos sólidos.
También puede haber afección neurológica, pues según el especialista, la fractura está cerca de un nervio que da la sensibilidad a la cara.
Hay secuelas estéticas, que son las más evidentes. “El hueso malar, el reborde de la órbita y la mandíbula se encuentran deprimidos (hundidos), con lo cual se produce una asimetría acial y deformidad de la cara”, comentó.
Esta última lesión, a su vez, puede derivar en problemas psicológicos, pues al ver su rostro deformado, puede repercutir en su autoestima y disminución de la sociabilidad.
La mayoría de estas afecciones las presenta el muchacho, a quien lo que más le atormenta es el dolor que no deja de sentir y que cada día aumenta. Extraña moverse con libertad, jugar fútbol, salir con sus amigos y hasta dormir, puesto a que solo puede hacerlo de un solo lado y con mucho cuidado.
ADIÓS, ÍDOLO
“Gracias a Dios estoy vivo, yo tuve una segunda oportunidad de vida. Por eso ya no quiero seguir en Barcelona, porque por seguirlo casi pierdo la vida”, lamentó.
Asegura que aunque estuvo vinculado al Ídolo desde que era un adolescente, ahora el equipo es solo un recuerdo para él que, además de dejarle una larga cicatriz en el brazo y el rostro deformado, también le dejó huellas en su alma.