El árbol bendito de Agua Blanca
La especie crece en abundancia en esta comunidad del sur de Manabí, y es usada para la elaboración de repelente natural, relajante muscular y hasta para eliminar la caspa.
Aserrín, astillas, incien soy aceite son algunos de los productos que se obtienen de las ramas secas del árbol de palo santo, que crece en forma abundante en la comuna Agua Blanca, ubicada dentro del Parque Nacional Machalilla, sur de la provincia de Manabí. La madera solo puede ser utilizada cuando está muerta y seca.
Desde hace 15 años, un grupo de emprendedoras artesanas de esa localidad se dedica a trabajar con esa especie arbórea, por sus distintos usos.
Como no habían las facilidades ni conocimientos de procesamiento, solo lo quemaban en casa o servía como sahumerio.
El proyecto lo ideó el italiano Dante Bolcato, quien se percató de la presencia del árbol sagrado en la zona. Estudió procesamientos que podían aplicarse, sencillos y útiles para los pobladores.
Las mujeres empezaron a utilizar como materia prima las ramas secas de los árboles caídos para ahuyentar a los mosquitos, eliminar la caspa, aliviar el estrés y para aromatizar el ambiente.
El europeo, además, les enseñó a extraer el aceite de la madera del árbol, siendo uno de los productos más solicitados.
La gasa líquida es usada como relajante muscular y sirve para dar masajes que alivian el estrés y los dolores de cabeza y reumáticos. Aparte de ser considerado medicinal se obtienen de él perfumes, repelentes e incluso velas aromáticas.
Para extraerlo, primero cortan las ramas con una sierra para convertirlas en aserrín, que las comuneras hierven en una olla de presión a fuego lento, entre dos y seis horas. Cuando está frío se exprime el aserrín en una máquina artesanal.
Existen dos tipos de palo santo: el blanco, que sirve para elaborar astillas y aserrín; y el amarillo, del que se obtiene el aceite.
Según estudios, la madera empezó a usarse hace unos 15.000 años para quemar en incensarios en los rituales. Durante la época prehispánica se la destinaba para atraer la buena suerte y las energías positivas, y mejorar el estado de ánimo. Ahora es un elemento que curanderos y chamanes emplean para los rituales de limpieza y purificación.
“Los nativos hacían sahumerios para curar enfermedades que provienen del frío. También cocinaban la raíz y el tallo del árbol para aliviar la gripe”, explicó Bolcato.
En el campo, el palo santo lo utilizan como un incienso natural, por los olores agradables del humo que emana al ser encendido y que además ahuyenta a los mosquitos.
“El palo santo tiene un aroma intenso, penetrante y sobre todo calmante. El toque cítrico y dulce se lo siente cuandodo el humo, producto de la queuema, se dispersa, limpia y purifica el ambiente”, indicó Elisa Martínez, moradora de Agua Blanca.
EN EL SITIO
Seis familias se dedican a la recolección de la a madera, que es vendida a las artesanas.
Uno de los recolectoresres es Kléver Ventura, quien aseguró eguró que una parte del palo santonto es comprada por comerciantes que llegan a la comuna.