Ni el virus detiene al Cristo Pobre
La efigie, en la cual se ve a un Jesús sentado, se venera desde hace siete décadas. Le tienen mucha fe por los milagros que ha obrado.
En los barrios El Laurel, San Ju anillo, Palotine Bajo, del cantón Quilanga, provincia de Loja, se inició el tradicional recorrido de fe con la imagen de su patrono y protector, Cristo Pobre.
La novena empezó el jueves 19 de noviembre y terminará el 29, pero por la pandemia se modificó la forma de realizar esta fiesta religiosa que congrega a miles de creyentes que arribaban a Quilanga desde diferentes partes como Quito, Guayaquil y Cuenca.
El padre Germán Yaguana, párroco del santuario de Cristo Pobre, dice que este año la sagrada imagen peregrina recorrerá los 41 barrios de esta localidad. Las eucaristías se transmiten por redes sociales.
Así, los quilanguences reciben la bendición a través de la representación que llegó hace siete décadas, cuando su localidad era parroquia.
DESDE PERÚ
La pequeña imagen de Cristo, explica el religioso, es similar a una efigie que un devoto vio en un templo peruano en 1950. Fue Segundo Calva, quien estuvo en una localidad del vecino país y conoció al Cristo Pobre.
Al regresar Anganuma, en el camino halló una estampita sucia. La imagen de aquella impresión era idéntica a la efigie que había visto en la iglesia. Entonces, el creyente mandó a tallar un busto en Cuenca. El 21 de junio de ese año el hombre llevó la escultura que fue colocada en la capilla del barrio.
A aquella imagen se le atribuyen hechos prodigiosos.
Entre ellos, el de un enfermo con cáncer en el estómago, quien llegó desde Cariamanga, bebió del agua bendita que estaba en los pies de la efigie y por su fe logró sanación.
También registran lo sucedido a un devoto cuencano que arribó a Quilanga con una hija que presentaba erupciones en su piel. A la menor de edad le pasaron un paño que antes habían adherido a la imagen. De regreso a Cuenca, los granos que ella tenía desaparecieron.
Así se cuentan algunos otros hechos milagrosos que con el paso del tiempo atrajeron a centenares de devotos que llegaban en romería a este punto lojano.
Transcurrieron 25 años y el sacerdote Manuel Maldonado dispuso que aquella imagen venerada por una multitud sea trasladada a la iglesia principal de Quilanga, centenario templo que también se convirtió en el sitio de concentración de los creyentes, en cada noviembre.
Así El opina Municipio está apoyando con mano de obra y el traslado del material para la obra, que debe ser igual a la original”.
ÁNGEL MARÍN
concejal