HASTA EN LA ‘JAMA’
Las influencias paternas y maternas no solo se quedan en el ámbito futbolero o religioso, puede llegar incluso hasta la alimentación.
El padre puede ser carnívoro y la madre vegetariana o vegana... ¿y el muchacho? ¡En medio! Pensado a quién seguir. Sin embargo, en este caso podría ser más sencillo, pues el hijo se dejará llevar por sus gustos y sabores favoritos, dice la psicóloga Susana Osorno.