¡Cultivador de vidas!
En la parroquia Picaihua de Ambato celebraron a su patrono y oraron para que se termine la pandemia.
San Isidro fue jornalero en una finca en España hace más de mil años, pero se tomaba tiempo para ir a misa antes del trabajo”. MONSEÑOR GIOVANNY PAZMIÑO
Obispo
Unos creyentes llevaron flores, otros frutas y también animales a la misa de san Isidro Labrador, en la parroquia Picaihua, sur de Ambato, provincia de Tungurahua. Le hicieron esas ofrendas porque el santo intercede ante el Creador para que no les falte el agua, la producción y los animales en los campos.
Días antes, la imagen fue llevada a los barrios y caseríos, donde era recibida con flores y fuegos artificiales. A su paso los devotos se inclinaban y clamaban en oraciones para que no escaseen sus cosechas y que pronto la humanidad sea inmunizada y termine la pandemia.
El periplo con la imagen se cumple desde diciembre hasta el 12 de enero pasado, día consagrado a san Isidro Labrador en la que es la parroquia ambateña más poblada.
En esa fecha no hubo ferias, ni comparsas, pero sí el acto litúrgico presidido por monseñor Giovanny Pazmiño. Los pocos devotos que llegaron a la iglesia central llevaron sus mejores ofrendas al patrono.
CAMBIOS EN FESTEJO
La festividad a san Isidro Labrador se prepara con meses de antelación, pero esta vez los priostes solo
organizaron el acto litúrgico y se cambió la procesión por el recorrido de la Virgen por toda la parroquia.
Romel López, presidente del Gobierno Parroquial, comentó que era necesario realizar la homilía con el fin de incentivar a las personas a no perder la fe, a que sigan creyendo en Dios, porque pronto llegará la calma.
Gloria Jácome, una de las devotas, manifestó que siempre le encomienda sus cosechas al santo. “Tengo fe porque permite que no escaseen mis productos y cuida de mis animales que luego los llevo a vender al mercado”, expresó la productora.
Monseñor Pazmiño manifestó que es importante permitir que Dios se presente como el labrador, cultivador de las vidas. “Los agri
cultores tienen la experiencia de trabajar en el campo y saben el cuidado que requiere cada producto para evitar la plaga. Así actúa Dios cuando permitimos que entre a nuestros corazones”, indicó monseñor.
Ricardo Criollo, párroco de la parroquia, puso de ejemplo que así como Dios estuvo junto a san Isidro, también lo hará con cada una de las personas que le permitan.
Más de cien años de tradición
En Picaihua, parroquia también reconocida por ser tierra de agricultores y artesanos, la devoción a san Isidro Labrador lleva más de cien años.
La celebración que se hace en esta localidad ubicada a 7 kilómetros del casco central de Ambato fue objeto de un trabajo de investigación por parte de la Universidad Técnica de Ambato.