Diario Extra

¡Cobija y aguante para EL BLOQUEO!

Tres camioneros rogaban que los pollos que debían llevar hasta Calacalí no murieran. Otras personas, en cambio, no podían ni regresar a casa.

- Daniela Moina Armas / Quito

Así opina ANDREA PURUNCAJAS Conductora

Intentamos pasar porque estamos desesperad­os. Mi hijo no tiene ni pañales. Además, tenemos que salir a trabajar”.

El trabajo no espera. Por eso muchos quiteños hicieron lo imposible por llegar a sus destinos, pese al cierre de vías por el paro nacional.

Algunos ‘chuparon’ frío durante toda la noche del domingo en la vía Mitad del Mundo - Calacalí, al norte, con un objetivo: esperaban que se habilitara la carretera. No pasó.

Entre los afectados estaban los conductore­s de tres camiones que transporta­ban 10.000 pollos vivos.

Caminaban de un lado a otro. Aguardaban a que los comuneros de Caspigasí abrieran paso hacia el norocciden­te de la provincia de Pichincha. Pero hasta las 11:00 de ayer, tras haber estado casi 12 horas allí, el cierre se mantenía.

Marcelo Quimbiulco dijo a EXTRA: “Menos mal había una colcha que nos tocó compartir”. Su compañero Daniel Hidalgo explicó que las aves debían ser entregadas en Calacalí desde Amaguaña, al sur.

Estaban preocupado­s, porque su única consigna era entregar los pollos y tenían horas de retraso, sin contar con la posibilida­d de que algunos o la mayoría mueran.

“No pueden estar mucho tiempo encerradas porque se ahogan. Esperemos que no haga calor”, dijo Marcelo.

Los comuneros incluso movieron piedras gigantes para obstaculiz­ar la vía.

MINI MINGA

En San Miguel del Común, también al norte, la desesperac­ión pudo más. Decenas de moradores se unieron para tomar las piedras que habían lanzado ante los manifestan­tes para hacer un relleno temporal de la calle. “Estamos con miedo porque en cualquier momento salen a taparnos de nuevo el paso”, lamentó Andrea Puruncajas.

Ella pasó el domingo en casa de su madre, en El Inca, debido al cierre, pero su hogar está en Oyacoto. “También salí a hacer compras porque mi bebé ya no tiene ni pañales”, relató la vecina.

Ella y otros moradores movieron la tierra incluso con las manos por falta de palas para abrirse paso hacia Quito y hacia Oyacoto. “Mi hijo ya tiene clases, necesita cambiarse de ropa y conectarse al internet”, contó angustiada Andrea.

También estaban los que rogaban por llegar a sus sitios de trabajo. Cristian Inlago necesitaba pasar hacia su casa en Oyacoto para cambiarse de ropa e ir a trabajar.

“Ya estoy atrasado. Ojalá que al regreso me dejen pasar. Tengo temor de perder mi trabajo”, agregó.

El camino improvisad­o duró unos cuantos minutos hasta que llegaron los manifestan­tes con voladores y llantas para quemar. La vía se volvió a cerrar indefinida­mente, pese a los ruegos de los conductore­s.

✓ OTROS

En San Antonio de Pichincha también se cerró el paso vehicular con quema de llantas y troncos de árboles.

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Fotos: Ángelo Chamba / EXTRA Los conductore­s durmieron en la vía Mitad del Mundo - Calacalí. Una colcha les salvó a dos panas.
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Enfrentami­entos entre las personas que querían pasar y las que insistían con el cierre.
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