¡RESPETO Y ADMIRACIÓN!
Amigos, familiares y colaboradores lamentan su partida.
Un collar de rosas blancas, 60 campanas en total, decoraban su ataúd. Sencillo, de madera y sin muchos adornos. Entre empresarios, colegas, políticos, educadores y, sobre todo, muchos amigos, se despedía ayer a Galo Martínez Merchán, el Caballero del Periodismo.
Las salas 1 y 2 del Parque de la Paz acogieron ayer a quienes llegaron para darle el último adiós al empresario, comunicador y fundador de los Diarios EXPRESO y EXTRA, quien falleció cerca de las 13:15 del martes 21 de junio.
Hasta su velatorio llegaron personajes de la política como el exvicepresidente de la República Alberto Dahik y el asambleísta Henry Cucalón; los educadores Carlos Ortega y Abelardo García; el doctor Roberto Gilbert, periodistas, familiares, amigos y colaboradores de las empresas que fundó.
“El país pierde una de sus inteligencias políticas y de la comunicación más valiosas. Si algo lo distinguió en su vida fue su visión clara y diáfana de la política y su inmensa capacidad de trabajo”, destacó de él Abelardo García Calderón, rector del IPAC.
“Pero sobre todo siempre fue muy humano. Tuve la oportunidad de trabajar con él y recuerdo esas tardes de risas con periodistas como Arístides Castro, Luis Delgadillo y José Hans Musse”, agregó mientras dejaba escapar una lágrima.
Luis Martínez Bucaram, empresario, calificó su deceso como “una pérdida no solo para los amigos, sino para el país; se va un señor, se pierde un pilar del periodismo y ejemplo de honestidad”.
Las hermanas Elina, Sonia y Diana, hijas de don Jorge Vivanco, quien fuera un gran amigo de Galo Martínez, llegaron y se abrazaron por largo rato con la viuda, Mercedes Grunauer de Martínez. Juntas avanzaron hacia el féretro en una muestra de respeto, admiración y cariño.
“Para nosotras fue como un padre, sensible, humanista, trabajador incansable que con mi padre compartió los mismos ideales”, dijo entre lágrimas Elina Vivanco.
Mientras que su hermana Sonia resaltó que vivió como quiso, pero siempre con altura. “Todo lo hacía con amor, incluso el leer cada libro, cada revista o artículo para él era valioso. Y ni qué decir de su don de gente, se ganaba la admiración de todos”.
Roberto Gilbert Febres Cordero, médico y dirigente deportivo, lo recordó con la anécdota de que había sido amigo de su padre “y por extensión me hice amigo de su hijo, Galo Martínez Leisker. Cada vez que lo iba a visitar al hijo de ley tenía que pasar por la oficina del papá y me decía: ‘jovencito, quédese conversando”. Y entonces me nutría de su claridad política y siempre me brindó sus consejos. Ecuador pierde a un hombre importante, pero queda su valioso legado”.
✓ ADIÓS
Sus restos serán cremados y descansarán en el camposanto Parque de la Paz, en La Aurora.