Quedó como un niño y lo jubilaron
Lo jubilaron, pero necesita ayuda. Luis Armando Arreaga Avilés es uno de los más afectados: quedó vivo, pero volvió a ser como un niño después del accidente. A él tienen que ayudarlo en todo lo que haga; se moviliza en su silla de ruedas, no habla, no mueve las manos.
Trabajaba en Interagua y nunca se perdía un partido de fútbol. Ahora tiene un 89 % de discapacidad.
Tiene un ángel que es su madre, Montserrat Avilés, quien es su motor en la vida.
El poco dinero que le dan cada mes de la jubilación no alcanza, ya que debe comprar pañales y medicinas, además le hacen terapias.
Su situación es muy compleja y su mamita a ratos no sabe qué hacer, porque los gastos son grandes cada día.
Espera que las personas de buen corazón les den la mano. Son los sobrevivientes de un accidente en Perú, donde el amor por su querido Barcelona llevó a siete hinchas a dejar la vida en una desgracia que nunca imaginaron.