¡Frene el RELAJO!
Las riñas colegiales se darían por la sociedad violenta en la que se vive. La impulsividad influye mucho en la etapa adolescente.
Los centros educativos, espacios para el aprendizaje de niños y adolescentes, donde debe reinar la armonía y unidad, se suele convertir en un ‘ring’ para mechoneadas, puñetes, arañazos entre alumnos.
“Eso siempre ha existido, pero ha aumentado con el tiempo y hoy es puesto en escena por las redes sociales”, indica el psicólogo clínico Luis Siguencia.
Su colega Eliana Rodríguez sostiene que en la adolescencia está presente la impulsividad por factores biológicos, sociales y psicológicos, dándose la construcción de la identidad a través de la fuerza e intimidación.
“Es un asunto multicausal: demostrar quién es más o tiene el mando dentro de sus pares (alumnos), también por un aspecto de popularidad o reconocimiento social, o querer infundir respeto o superioridad ante los otros”, dice el especialista.
Rodríguez añade otros motivos, las diferencias de criterios, bromas que terminan mal, enamoramientos, equipos de fútbol, invasión de territorio, revelación de confidencialidades y más. También señala que las peleas se pueden dar entre hombres, mujeres, incluso mujer con hombre. “Las riñas se dan entre los diversos géneros, se consideran en igual de condición”, indica la experta en salud mental.
LA ‘PIPOL’ TIENE SU PARTE
La sociedad ecuatoriana se está volviendo cada día más violenta y esto repercute en los chicos que están en proceso de construcción. “Los medios tamizan la noticia, las redes la lanzan cruda. Ellos la consumen todos los días, a todas las horas, bajo una escueta supervisión de un adulto”, precisa el sociólogo Juan Salazar.