No queda de otra que DEFENDERSE
En Quito se hizo una marcha indígena para, entre otras cosas, pedir que se apruebe el juicio político en contra de Guillermo Lasso.
Lo que quedaría es la defensa. Esta frase es el escudo que representantes del Gobierno del presidente Guillermo Lasso han ‘lanzado’ en torno a la posibilidad de que se dé paso al juicio político en contra del primer mandatario.
Quien enarboló la defensa como alternativa, si ese panorama se diera, fue Henry Cucalón, ministro de Gobierno, en una entrevista televisiva. El funcionario explicó que a pesar de que el pedido carece de fondo y de forma, el Ejecutivo tiene todo para defenderse.
Según Cucalón, se respetará lo que decida la Corte Constitucional (CC). ¿Pero qué está pasando en este momento en contra del presidente Lasso?
Hay que ir por partes. El pedido de juicio político en contra de Lasso llegó a la CC para su aprobación. Allí se elaboró un proyecto de dictamen que recomendaba no admitir la solicitud, pero no tuvo los votos suficientes, este 27 de marzo.
Ahora se escogió a otro juez dentro de la CC para que elabore otro proyecto y seguir adelante con el pedido. Pero hasta ayer se esperaba una resolución para saber si este nuevo proyecto aprobaba o no el juicio político.
EL PANORAMA
Por eso, aquella decisión se encontraba en el limbo y hubo quienes quisieron aprovechar para dar un ‘empuje’ a que se apruebe la petición en contra de Lasso: los miembros del movimiento indígena.
Ayer 28 de marzo se congregaron en el parque El Arbolito, centro-norte de Quito, para hacer una marcha, para entregar un proyecto de Ley de Agua y también para exigir a la CC que se dé paso al juicio político.
¿Qué queda entonces? Podría darse la famosa muerte cruzada. Es decir, para evitar una destitución, Guillermo Lasso puede disolver la Asamblea y llamar a elecciones presidenciales de manera anticipada.
El jefe de Estado puede presentarse como candidato, pero existe la posibilidad de que pierda. Entonces, el ganador gobernará por el tiempo restante que le queda a Lasso, que son dos años.
Sin embargo, este panorama no ha cobrado mayor fuerza hasta que no se decida si se admite o no el juicio político. Para Fausto Camacho, exconsejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), esta es una medida que difícilmente serviría para superar una crisis.
“Incluso puede repetirse el mismo bloqueo que existe actualmente en la relación entre el Legislativo y la Presidencia. Así que no sería una solución”, analizó Camacho.