¡A punta de PARCHES!
Líderes de comunas de Alausí cuentan que insistían a las autoridades sobre la problemática de las grietas en la tierra y vías. La solución: remiendos y frases como “No se viene abajo la montaña”...
Para Susana Llamuca, ser vicepresidenta del barrio La Esperanza es algo irónico.
Ella también preside las comunidades ubicadas en el polígono de riesgo en Alausí, sector en el que la noche del 26 de marzo un alud sepultó cerca de 700 metros de la zona, enterrando 60 casas, un estadio, un coliseo y dejando 9 muertos y más de 60 desaparecidos, según la Secretaría de Gestión de Riesgos.
La mujer, junto a María Yunga, presidenta de La Esperanza, se han apersonado de la problemática, incluso antes de la emergencia.
Ambas fueron las gestoras de movilizar a la gente y cerrar la carretera para exigir (en varias ocasiones) la presencia de las autoridades, para que les den solución.
Hoy no sabe a dónde ir. Su barrio, el que fundó junto a 13 madres solteras, con mingas y sacrificios, no existe. “Tengo una enfermedad catastrófica, no puedo trabajar. ¿Cómo recupero lo que hice para el futuro de mis hijas?”, dice llorando.
Llamuca recuerda que el 8 de febrero pasado fue la primera vez que abordaron el tema de la vía. “Hicimos oficios, no respondían, nos tomamos la vía y vinieron”.
Sostiene que en la zonal de Obras Públicas minimizaron la situación. “Nos dijeron que no pasaba nada, que el transporte no afectaba, que solo era de parchar, venían y parchaban”, rememora con indignación.
Añade que ya no los recibían de buena gana. “Me decían que no era ingeniera, que no sabía. Ahora mire”.
Por segunda vez se tomaron las vías, exigiendo la presencia del gobernador. Pero nada.
“NO SE VIENE”
Según Llamuca, la gente no quiso evacuar porque les dijeron que la montaña “no se viene”, que no sería peligroso.
Supuestamente, el Municipio trabajaría en el encauce de las aguas y el Ministerio de Obras Públicas en la carretera. “Nunca lo hicieron ni hubo plan de contingencia.
Eduardo Llerena, vicealcalde del cantón, sostiene que faltó apoyo de las entidades competentes. “El 10 de diciembre hice el informe, luego de caminar con habitantes de Casual, y ver unas pequeñas fisuras que inclusive iban hasta la carretera”.
De acuerdo con Llerena, pidieron seguimiento con la Unidad de Riesgos del GAD Municipal y luego a la Secretaría de Riesgos. Llegaron técnicos que hicieron estudios y los informes se entregaron el 10 de marzo. Ahí ya se recomendaba ejecutar ciertas reparaciones, así como la evacuación y la declaratoria de alerta amarilla, que se efectuó hace 12 días.