TRASCIENDE A LA GRAN CIUDAD
Atrás quedó el mito donde solo las mujeres indígenas pueden utilizarlas. A través de sus diseños, las prendas tradicionales se han convertido en un referente de la moda.
De la mano de diseñadores ecuatorianos, los atuendos autóctonos se abren paso en la moda casual citadina de todo el mundo. Colores llamativos, telas naturales, tejidos y detalles únicos resaltan en las prendas cargadas de cultura, estilo y tradición. “Las vivencias de mi madre, mi abuela y mi comunidad me han enseñado a valorar mi cultura. Desde niña me gustaba imitar los bordados, los cortes, clasificar y combinar los colores de los hilos”, comenta Sisa Morocho de 30 años. Ella es diseñadora de modas desde el 2013. Su estilo es completamente apegado a los procesos artesanales tradicionales de su nacionalidad. Sin embargo, sus creaciones pueden combinarse con prendas clásicas como shorts, jeans o faldas para crear looks modernos. “Siempre trato de diferenciarme con nuevas creaciones. Sigo las tendencias que más se asemejan a las necesidades de mis clientes sin dejar de lado nuestra cultura”. En contraste a la representación fiel del folclore nacional de Sisa se encuentra Stefania Macchiavello, creativa de modas nacional radicada en Alemania. ” Soy pionera en utilizar tejidos étnicos otavaleños para crear piezas únicas”, expli- ca Stefania. Ella considera que la plataforma de la moda es muy versátil y que es posible encontrar una convergencia entre la tradición y las tendencias actuales. Lo que se inició como un hobbie se convirtió en una gran pasión, gracias a la compañía de su esposo quien confiesa ser su gran aliado. Empezó realizando trajes de baño y carteras de paja toquilla en el 2006 y hoy en día, su marca tiene presencia en Costa Rica, Londres, Dubái, Italia y Alemania. Este año piensa abrirse mercado en Estados Unidos. “En mis diseños plasmo la necesidad del ser humano de volver a la naturaleza y comprender que somos parte de la misma. Por otro lado, son mis sueños, mis anhelos, el caminar de mis abuelas y de mi madre, ellas me enseñaron a ser libre, a ser única, distinta, a amar mi cultura por sobre todas las cosas”, manifiesta Sisa. Sus prendas han llegado a los mercados hindúes, europeos y asiáticos. Y aunque tiene un segmento de mercado específico, ha realizado pilotajes en otros países con los migrantes. “Pronto alcanzaré mayores desafíos en esta creciente industria de la moda”, confiesa Sisa a DOMINGUERO. Por otro lado, Stefania está en la búsqueda constante de inspiración. Ella es dinámica y no escatima recursos para lograr reinventar sus creaciones. “Amo viajar y eso me entusiasma para seguir creando”, afirma. Los outfits imponentes y glamurosos destacan en esta tendencia.