“Estoy en plan de transformación”
La conductora del programa ‘ Como en casa’, de Telerama, regresó a la pantalla luego de estar aislada casi dos meses y de ganarle la batalla a la COVID- 19.
Vivió para contarlo. Luego de estar aislada cincuenta días para evitar contagiar con COVID- 19 a su familia, Verónica Coronel, conductora de Telerama, volvió a la pantalla chica. Libre del coronavirus, la quiteña le relató a DOMINGUERO cómo fueron sus días confinada en una habitación donde la acompañaron la fe, la oración y las ganas de vivir por sus hijos, de quienes dice aprovecha cada momento para estar con ellos.
FINALMENTE REGRESASTE AL PROGRAMA. ¿ SIGUES ONLINE?
Claro, desde ayer ( lunes 11 de mayo), con Marcelo Cornejo en Guayaquil, vía Skype. Pero todo este tiempo han estado al aire los estudios de Cuenca y Quito. Nos han sostenido el equipo de presentadores y reporteros de allá. Se fusionaron noticias y programas.
USTEDES NO ESTABAN SALIENDO PORQUE SE CONTAGIARON CON COVID- 19.
Estábamos con el virus. Tenemos el resultado negativo. Yo estaba aislada, encerrada en una habitación. ¿ SENTISTE TEMOR, O TAL VEZ QUE SE TE IBA LA VIDA?
Dentro de todo lo que viví, los os síntomas no fueron tan graves. Lo que más me preocupó fue la idea de que me faltara la respiración y sufrir cansancio. La incertidumbre me aterró. Saber r que lo que pasaba afuera era terrible porque la gente estaba muriendo, los hospitales colappsados... toda la situación que viví me puso tensa y me afectó muu- cho más la parte emocional.
¿ QUÉ PASÓ POR TU MENTE? ?
Estaba nerviosa, tenía miedo. o. De saber que tenía un médico co que me vaya a apoyar, quizás huubiese estado más confiada, peero eso era lo que más me preoocupaba. Como nadie tenía inforormación del virus, siempre me preguntaba: ¿ de aquí qué vieene?, ¿ cuál es el nuevo síntoma? a?
TU PREOCUPACIÓN ERAN LOS OS NIÑOS, ¿ QUIÉN VIO POR ELLOS? S?
Esa era otra de mis preocupaciones. El hecho de que podía contagiarlos. Me preocupaba mi familia, por el contagio, por mi esposo que no pudiese responder, todo eso me carcomía la mente. El qué va a pasar. Siempre le preguntaba a mi esposo si estaba cansado, si tenía tos, pero gracias a Dios a él le salió negativo. Mis hijos estuvieron bien. Yo me aislé 50 días.
PASASTE CASI DOS MESES ENCERRADA EN UNA HABITACIÓN.
En la de mi hija. Tenía todas las comodidades, podía ver la luz desde la ventana. Nunca he pasado tanto tiempo en una habitación y hubo momentos en que me desesperaba. Pero conforme pasaban los días la sintomatología iba mejor. Venían otros dolores que eran parte del proceso y poco a poco todo fue normalizándose.
¿ DURANTE TODO ESE TIEMPO EN QUÉ TE REFUGIASTE?
La habitación estaba linda. Prendí velas, pasé viendo información que me ayudara a estar fuerte. Temas psicológicos y espirituales que me motivaran. Me llené de mucha información. Además, la oración con los grupos, los amigos y mi familia. Ellos desde la sala y yo en el cuarto. Fueron las herramientas
para fortalecerme esos días.
¿ EN QUÉ MOMENTO DIJISTE “TENGO QUE AISLARME”?
El primer síntoma fue el viernes 20 de marzo. Después poco a poco iban apareciendo otros más, hasta que me hice el examen. Un día era el dolor de piernas, otro día la fiebre y así... Me sentí superpreocupada, porque veía muertes en China... me puse nerviosa. Finalmente tomé las precauciones y me aislé.
¿ RONDÓ POR TU CABEZA LA IDEA DE LA MUERTE?
Estaba confiada en Dios. En lo último que llegué a pensar fue en eso. Alguien me dijo que si eso tenía que pasar, todo iba a ser perfecto para mí. Es difícil de asimilar, pero los niños iban a quedar bien. No sabía si me iba a morir, pero me planteé de que si era así, era por algo. Si no, había un propósito de vida por seguir.
¿ CUÁL ES TU PROPÓSITO DE VIDA?
Creo que es algo muy personal, cada uno sabe cuáles son las cosas que debe transformar y desechar. Hay muchas cosas que me replanteé y sigo en ese ejercicio, es un proceso de aprendizaje, veo la vida de otra forma. Antes vivía tan rápido y ahora sentir el sol me encanta, antes me privaba de ello por mi piel... Abrazar a mis hijos, pensar en que son dos niños pequeños, que son momentos únicos para aprovecharlos, vivirlos junto a ellos. Sobre todo esa etapa que no volverá más. La vida me ha puesto en plan de transformación y lo pongo en práctica día a día.
El 11 de abril fue mi cumpleaños y lo pasé aislada. Me cantaron y me hicieron videollamadas mis padres, mis suegros, mis hermanos y mis hijos.