Aceite de RICINO Reparador natural

Su origen es vegetal, se lo utiliza dentro de la cosmética y para tratar afecciones médicas.

Llamado también aceite de castor, este producto de color amarillo se lo extrae de un enorme árbol, del cual se aprovechan todas sus bondades dentro de los campos de la cosmética y la salud.

Gracias a su capacidad restauradora se lo usa para reparar no solo la piel, sino además el cabello. La naturópata Martha López recomienda usarlo con frecuencia para reparar e hidratar las puntas del cabello. “Después del baño es aconsejable aplicar, una vez por semana, un poquito del aceite en las puntas para protegerlo de los rayos solares”.

Agrega la naturópata que también sirve para hidratar el cutis y prevenir las arrugas. Si lo que se desea es mejorar la salud de la piel, hay que aplicarlo en la zona deseada 3 veces a la semana. Por ejemplo, para cubrir estrías, marcas o cicatrices.

Para hacer crecer las cejas y pestañas puede usarse todas las noches hasta conseguir el resultado deseado. Se lo aplica en la base.

La vitamina E también es la responsable de que las uñas se mantengan sanas y fuertes. Ese es el compuesto principal del aceite de ricino, favoreciendo la buena salud de esta parte del cuerpo. Para obtener los mejores resultados debe aplicarse en su base una pequeña cantidad, al menos una vez al día.

En la salud

Dentro de la salud, en algunos casos, debido a su olor y sabor desagradable, se lo suele ingerir acompañado del jugo del cualquier cítrico, incluso con leche, entre otras opciones.

Eventualmente se lo puede usar como laxante. Según López, lo recomendado en adultos es usar de 15 a 25 mililitros por día. Otra de sus propiedades es su poder antiinflamatorio.

“Limpia los conductos biliares, al haber una vasoconstricción sirve para expulsar piedras biliares”, explica López, quien advierte que al paciente que vaya a usar aceite de ricino hay que prepararlo, antes, durante y después de la intervención.*